La pretendida unidad entre el oficialismo provincial y el Gobierno Nacional es una incógnita con la cual quienes, por oficio u afición, frecuentan la política, han debido aprender a convivir.
Ya en la campaña electoral previa a las últimas presidenciales el asunto fue el mayor foco de atención en el escenario local, y hasta llegó a precipitar un cambio de mando en el PJ cordobés, a cuya Presidencia renunció el senador nacional Carlos Caserio para pasar a las filas del Frente de Todos. Lo hizo bajo protesta, disconforme con la decisión del Centro Cívico de mantenerse prescindente en aquellas elecciones.
Como relevo de Caserio tomó la posta Oscar González, otro histórico dirigente peronismo de Córdoba e integrante de la mesa chica del gobernador Juan Schiaretti.
En el espacio de tiempo que separa a aquellos comicios de la actualidad las tratativas para concretar la unidad electoral que no pudo lograrse entonces han tenido altas y bajas. Episodios que han funcionado como indicios de que se llegaría a un acuerdo, como el regreso del PJ local al PJ Nacional, y serios desencuentros -principalmente en la Cámara de Diputados- (Caso Vicentin, Reforma Judicial, Ley de Biocombustibles, y un largo etcétera) que parecieron indicar que un juego conjunto electoral no cuajaría, presumiblemente, por las profundas diferencias que existen entre la base electoral de una y otra fuerza.
En una entrevista recientemente concedida a Alfil, preguntado por el asunto, González respondió, con cautela, que la búsqueda de la unidad “es un proceso que aún no está concluido”. Aunque agregó, a continuación, que aún existen importantes diferencias que separan al Centro Cívico de la Casa Rosada, y que ellas tienen en el Congreso su caja de resonancia.
“El gobernador Schiaretti ha dicho con toda claridad que el Gobierno Nacional viene cumpliendo rigurosamente los compromisos asumidos en distintas cuestiones que tienen que ver con la Provincia, como la situación previsional de la Caja de Jubilaciones, la obra pública, etcétera”, expresó González, para luego agregar que, más allá de esto, subsisten diferencias con el oficialismo nacional.
“Tenemos diferencias sobre algunas cuestiones que son importantes, y que no están debajo de la alfombra. Cada vez que nuestros diputados nacionales (…)han creído que deben acompañar un proyecto lo han hecho, pero también han marcado diferencias. Biocombustibles. Cuestiones más institucionales como las vinculadas al Poder Judicial, a la designación del procurador. Son cosas que siempre se han tratado y explicitado con coherencia y claridad, son discusiones públicas donde la posición de Córdoba se ha fijado públicamente. Estamos tranquilos porque hemos tenido una gran coherencia en temas sobre los que hemos dicho siempre lo mismo”, finalizó.
En momentos en los que la unidad ya parecía por largo descartada y la atención se concentra principalmente en la construcción territorial y la confección de las listas de cada fuerza, la mesura en las declaraciones de González sorprende en tanto que deja entreabierta una puerta a la posibilidad de que la unidad electoral termine concretándose, a la vez que reflejan la convicción del Centro Cívico de mantenerse en la línea que por largo ha cultivado, a saber, la de sostener posturas disidentes en temas centrales de la agenda cuando a su entender los posicionamientos del oficialismo nacional vayan en contra de los intereses de Córdoba o afecten a las instituciones.
Hasta el momento se ha explicado la conformidad de la oposición en postergar por un mes el calendario electoral en su necesidad de dirimir conflictos internos y potenciarse de cara a las legislativas, en tanto que el interés del oficialismo en diferir los comicios surgiría de la intención de llegar a las elecciones en un mejor contexto económico y sanitario. Habrá que ver si a esos motivos rectores no cabe añadir también la expectativa de sellar un acuerdo con el peronismo cordobés, quien gobierna en “La Meca” del macrismo.O, para otros, en la cuna del anti-kirchnerismo.