La reunión en Olivos entre Mauricio Macri y el candidato a gobernador de Hacemos por Córdoba, Martín Llaryora, intendente de la ciudad y hombre de relaciones circulares como la economía a la que le dedica mucho espacio en su gestión, sacudió al panperonismo cordobés, ya amortizado por la desperonización del oficialismo que impuso el gobernador Juan Schiaretti con la última ampliación de la coalición gobernante, en 2019, y ahora en nueva alerta por la potencial macrización como camino para asegurarse las elecciones del 2023.
Con la figura de José Manuel de la Sota como estandarte y buscando fidelizar al ubicuo delasotismo, el intendente de Villa María, Martín Gill, salió a rechazar una apertura de HpC al PRO, y sumó, arroba mediante, a la diputada Natalia de la Sota, su aliada en la cruzada contra la desperonización del oficialismo y por la “democratización” de los espacios. Ambos volverán a mostrarse juntos esta tarde en Ucacha, departamento Juárez Celman, en una actividad vinculada a viviendas que organizó el intendente peronista Ariel Moreyra.
Gill juega desde su lugar de “peronista no hegemónico” de Córdoba, que acumula con su grupo de intendentes con vistas a una negociación con el llaryorismo para los comicios del año que viene. Con una pata en el Frente de Todos, sabe que un corrimiento a la derecha de HpC, con ingreso de figuras macristas, lo sacaría de plano.
En su posteo en Twitter, el intendente apostó al antimacrismo que impera en las bases pero también en dirigentes, intendentes y legisladores peronistas, y mandó una frase de De la Sota sobre el ex presidente, donde marca su límite a un acuerdo político con aquel. “Si hacen un acuerdo con Macri no cuenten conmigo. Ya vimos cómo cerraban las fábricas, ya vimos cómo los chicos perdían su empleo, en Córdoba yo tuve miles de desempleados por políticas equivocadas. Además, Macri se plantea como lo nuevo. ¿Veinte años viviendo de la patria contratista es lo nuevo? No hay que mentirle a la gente. Hay que decirle claramente a la gente que ellos son la vuelta a la derecha”, es la frase de De la Sota que publicó Gill. Está extraída de una nota con el diario catamarqueño El Ancasti del 4 de noviembre del 2015, en la previa a la segunda vuelta electoral donde Macri derrotó a Daniel Scioli. Junto a la frase y la foto, el villamariense posteó una reflexión propia que alude a la conformación de Unión por Córdoba con el PJ como columna vertebral. “En estos momentos siempre es bueno recordar la palabra y el pensamiento de José Manuel, porque fue él quien permitió al Justicialismo y a las fuerzas políticas y sociales aliadas de Córdoba que se iniciara y consolidara el período de transformación de nuestra provincia”, escribió.
Para consolidar la posición, el delasotismo recordó que en 2013, el “Gallego” no aceptó el pedido de Macri para que Héctor “la Coneja” Baldassi, el hombre que hizo punta en la explosión amarilla en la provincia, encabezara la lista de diputados nacionales en una jugada conjunta para derrotar al kirchnerismo. En cualquier caso, resaltan que no se trata de cerrar las fronteras, y recuerdan que en 1998 se hizo un acuerdo con el liberal Germán Kammerath, pero fue a través del peronista Carlos Menem y para permitir que el PJ volviera al poder por primera vez desde 1973.
Ayer, varios intendentes del espacio de Gill repitieron que para ellos “el límite es Mauricio Macri”. “Parece que HxC decide ampliar con el PRO o el radicalismo rebelde, pero no con el gillismo, pero los intendentes que ganamos con HpC tenemos muy en claro el límite, que es MM”, advirtió uno que está muy cerca del exsecretario de Obras Públicas, aunque evitó confirmar si la “macrización” del oficialismo provincial llevaría al espacio a reclamar una interna en el PJ o a romper y presentar lista propia el año que viene, que para muchos es el paso inevitable si se consolida el acuerdo amarillo. El espacio de Carlos Caserio, el Frente Peronista Cordobés, asegura que va en ese sentido y considera que la reunión de Olivos apunta a que HpC va a jugar en con Juntos por el Cambio en las próximas elecciones nacionales.
La decisión de romper o ir internas probablemente no contaría con el apoyo de Natalia de la Sota, aunque hay una frase adjudicada a la diputada que abre un signo de pregunta, donde observa que en HpC “están preocupados por dividir a la oposición (en referencia a meter una cuña entre Rodrigo de Loredo y Luis Juez), pero se les puede dividir el oficialismo”.
En cualquier caso, la pregunta que se hace el panperonismo para medir fuerzas y tener capacidad de negociar es cuántos votos le quitaría a Llaryora una lista del peronismo no hegemónico de Córdoba, o del Frente de Todos con todos adentro.
La misma pregunta que saborea el juecismo como sector potencialmente más damnificado por un acuerdo de Llaryora-Macri, luego de que procesó el malestar que le produjo la reunión en las oficinas del expresidente en Olivos.