Poco menos de dos semanas atrás el Suoem realizó una asamblea en la Plaza de la Intendencia, frente a la puerta de ingreso a la cochera de la Municipalidad. En esa ocasión tomó la palabra Ariel Quiñone, delegado de Recursos Tributarios y actor de peso dentro del gremio que -hasta ese miércoles- brillaba por su ausencia.
Quiñone rompió el largo silencio al que él mismo se había confinado para apuntar contra el Ejecutivo y decir a los municipales, en un pasaje de su alegato “Aunque ellos no nos vean la cara a algunos de nosotros acá en la Municipalidad, tenemos mucha información (…) en una Municipalidad supuestamente en emergencia se están haciendo contrataciones de alquiler de un número importante de edificios en el ámbito de la ciudad porque quieren sacarnos del Palacio Municipal a todos nosotros (…). Lo que no saben es que los municipales somos rencorosos…”.
Estas palabras, a las que en ese momento nadie pareció -aparte de Alfil- dar demasiado crédito, no serían azarosas. La información que maneja el sindicato suele provenir de fuentes inmediatas al poder, y apunta que oficinas de cuatro secretarías serían trasladadas a instalaciones afuera del Palacio 6 de Julio en el futuro próximo.
Dos secretarías, Participación Ciudadana y Modernización, serían completamente relocalizadas, mientras que en el caso de la Secretaría General y la Secretaría de Gobierno, solo se mudarían algunas de las áreas que las componen. Ahora bien, ¿cuáles son los motivos del traslado?
Las áreas del municipio reubicadas en inmuebles alquilados por la ciudad fuera del Palacio Municipal tienen, todas, características que las tornan sensibles. La secretaría de Participación Ciudadana, por ahora a cargo de Guillermo Marianacci, es el nodo desde el cual se controla buena parte de la “gestión política-territorial”. A ella reportan los 14 CPC, encabezados por dirigentes de corte netamente político del PJ. Dato adicional: en el edificio de nueva Córdoba al que se desplazarían algunas de estas oficinas habría un recinto reservado para reuniones políticas del intendente. Una suerte de “quincho paralelo” al del Palacio 6 de Julio.
La secretaría de Modernización, por su parte, es la encargada de llevar adelante el proceso de digitalización del municipio, que permitirá que los vecinos realicen desde sus domicilios cerca del 75 por ciento de los trámites que hoy sólo pueden resolverse de manera presencial. Cuidar la continuidad de estos planes y la información que se maneja desde el sistema informático es fundamental en el contrapunto con el sindicato, que sin vecinos como rehenes perderá buena parte de su poder de presión.
Las secretarías General y de Gobierno también llevarían algunas de sus oficinas a otras instalaciones para asegurar que, ante una protesta del Suoem que congele al Palacio 6 de Julio, estos puntos neurálgicos del municipio puedan seguir funcionando, logrando que la gestión no pueda ser paralizada por el gremio.
En suma, todas estas áreas representan las espadas de las que la gestión se vale para recuperar el poder que durante años ha ejercido ilegítimamente el sindicato. El propósito, la protección y potenciación de los medios del Ejecutivo para ir por el fin del co-gobierno del Suoem. Un efecto secundario -muy bienvenido por la Administración-, dividir las bases del gremio, que ya no podrá cargar contra el cerebro de la gestión tocando un solo punto. El Palacio.