Nunca se sabrán los motivos concretos que llevaron al intendente de Marcos Juárez, Pedro Dellarossa, a descartar de sus dos opciones para la sucesión a Verónica Crescente, la dirigente con impecables números en las encuestas y su mano derecha en el gabinete. Firme en sus convicciones, ya durante la campaña, el macrista insistió con que Sara Majorel representa los valores de Juntos por el Cambio, que es la verdadera garantía de continuidad.
Algunos de los motivos más comentados ponían de relieve la desconfianza y la inseguridad del alcalde saliente. Otros, marcaban el reproche de los aliados a las buenas relaciones de Crescente con el Panal, confirmados después con el ofrecimiento del escaparate de la boleta peronista-vecinalista. Es muy probable, a su vez, que Dellarossa haya confiado ciegamente en el vínculo estrecho que mantuvo con el gobernador Juan Schiaretti y jamás imaginó el tenor de la jugada de Hacemos por Córdoba. Quizás, sobreponderó el valor que el peronismo le asignaba en el departamento como armador sin feeling con Luis Juez.
Al fin y al cabo, el hombre que gobierna el kilómetro cero del cambio se juega su futuro político, con menos certezas que antes, porque si pierde, quedará devaluado en la interna cambiemita; y si gana, sus servicios ya no podrán prestarlos para la sucesión de Martín Llaryora -como se especulaba en virtud de algunas reuniones antes de la apertura electoral-. Es natural, que JpC le exija pagar el salvataje con trabajo incondicional para el que resulte candidato a gobernador.
Ese alineamiento con los colores de su coalición que no exhibió con los constantes coqueteos con Schiaretti durante estos ocho años, viró drásticamente ayer. Por primera vez, Dellarossa puso en duda el peronismo de buenos modales que practica Schiaretti, también las afinidades políticas de Llaryora.
Las palabras fueron fríamente calculadas porque se sabe que fue la propia Crescente la que pidió “esconder” a cualquier filo k de su lista, como buena conocedora del paño. Schiaretti aceptó todas las condiciones impuestas por su flamante candidata.
“El impacto de esta elección va a ser fuerte, veremos después cómo lo toma la ciudadanía de Córdoba. Al provincializarse tiene efectos provinciales. Respeto la figura del gobernador, hemos trabajado muy bien con Juan Schiaretti, pero su vida política es limitada. Es un año más y después, ¿qué viene? ¿Seguirá el Partido Justicialista gobernando la provincia de Córdoba? ¿Bajo qué signo? ¿Será kirchnerista o será el justicialismo republicano? No lo sabemos. Nosotros apostamos a que más allá de tener la incógnita de que gobierno va a venir, apostamos a que Cambiemos gane en la Provincia y en la Nación. Estaremos alineados”, reflexionó Dellarossa en Cadena Sudeste, asumiendo que la duda sobre un giro hacia el populismo podría ser una alternativa.
Sabe que el actual delfín de Schiaretti, Martín Llaryora, no tiene el nivel de conocimiento en su localidad que invalide cualquier especulación sobre su identidad política.
La táctica continuó: “Somos ganadores, el domingo ganamos. La gente va a elegir la continuidad de esta administración porque somos Cambiemos, somos los que tenemos los valores del respeto a las instituciones, a la educación, a nuestra administración. Lo otro, es otro partido político que ya sabemos cómo gobierna el país, que sabemos qué ideología tienen, por más que la encabe quién la encabece, pero es otro pensamiento”.
Dellarossa confunde en el sprint final de campaña
En otros pasajes de la entrevista al medio local, el intendente amarillo consideró que el apoyo a Majorel debería ser directo. “Marcos Juárez marca el rumbo y camino de lo que puede llegar a suceder en 2023. Sara representa eso y siempre está el respeto a las instituciones. Durante ocho años dimos vuelta la gestión. No entiendo por qué la gente debería cambiar sabiendo lo que hay, teniendo de referencia como se gobernó en una época y cómo se gobierna cuando estuvimos nosotros siendo gobierno. Por lo tanto, creo que el apoyo debería ser directo”, buscó zanjar ese debate entre los dos modelos de “continuidad” propuestos por ellos y Crescente.
Trabajo territorial
Además del raid mediático de los candidatos, Juntos por Marcos Juárez apunta a cepillar casa por casa en los últimos tres días de campaña. El objetivo son los indecisos que, según encuestas peronistas ronda el 3,5% y las macristas, en 15%.
En tanto, el miércoles esperan al economista del bloque de diputados UCR Evolución, Martín Tetaz, y el jueves al jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta.