Schiaretti recibió a los opositores en la sala de reuniones de los ministros, y no en su despacho, porque es más amplia y permitía cumplir con las reglas de distanciamiento social a las que obliga la cuarentena.
Junto al gobernador, por el oficialismo participaron el vice Manuel Calvo, el ministro de Gobierno, Facundo Torres, el ministro de Salud, Diego Cardozo, la secretaria de Prevención y Promoción, Gabriel Barbás, el presidente provisorio de la Legislatura, Oscar González, y el titular del bloque peronista, Francisco Fortuna.
Por la oposición concurrieron al Panal los presidentes de los tres partidos de la malograda alianza: Ramón Mestre (UCR), Darío Capitani (PRO) y Luis Juez (Frente Cívico). También, los jefes de los dos bloques legislativos: Orlando Arduh (Juntos por el Cambio) y Antonio Rins (UCR). También estaba invitado el presidente del bloque aliancista en la Cámara de Diputados de la Nación, Mario Negri, pero este tenía la agenda en Buenos Aires (ver página 7).
Schiaretti respondió al pedido que le formulara insistentemente la principal fuerza opositora desde el comienzo de la crisis sanitaria, que ha tenido una evidente repercusión en los números de la provincia.
A lo largo de más de dos horas, los dirigentes opositores conocieron por los funcionarios del gobierno la realidad de la crisis sanitaria de la provincia.
El ministro Cardozo explicó la evolución de la curva de contagios y destacó que en Córdoba se realizan 32 tests cada 10 mil personas, una proporción cuatro veces superior a la nacional, lo cual permite conocer con más precisión lo que ocurre en la provincia.
Schiaretti pidió colaboración a sus visitantes y aseguró que hace el esfuerzo necesario para que la atención de la crisis cuente con los recursos que hacen falta.
Las consecuencias sobre la economía fue otro tema en la agenda, aunque nadie buscó rasparse y todos privilegiaron el protocolo político de atender la salud como cuestión fundamental. De todos modos, el gobernador garantizó que está atento a las necesidades de los municipios, ante una consulta de Mestre.
Precisamente para el interior provincial sí hubo buenas noticias, ya que Schiaretti anunció que se flexibilizarán las actividades en las denominadas zonas blancas, es decir donde no hay casos de COVID-19. En total, se beneficiarán 231 municipios y comunas de menos de 50 mil habitantes. Si al cabo de unos días se observa que la gente supera los límites establecidos, podría volverse atrás con la medida. En cambio, todo seguirá igual de rígido en Córdoba y en las localidades del Gran Córdoba, así como en ciudades grandes como Río Cuarto, San Francisco, Villa María o Villa Carlos Paz, entre otras.
Diálogo con todos
En rigor, la primera conversación entre oficialistas y opositores ocurrió el martes pasado, cuando Schiaretti, junto a Calvo y al presidente provisorio de la Legislatura, Oscar González, convocó a Mestre y a Negri para fijar algunas reglas de juego del diálogo político que iba a iniciarse finalmente ayer.
El encuentro fue tan reservado que los participantes juramentaron negarlo luego, e incluso para enfatizar esa negación, el Comité Central de la UCR reclamó al día siguiente que el gobernador reciba a sus principales referentes, lo que de hecho ya había sucedido.
En sucesivas jornadas, la invitación del Panal será para el Encuentro Vecinal Córdoba (Aurelio García Elorrio y Rosa Marcone) y la Coalición Cívica-ARI (Gregorio Hernández Maqueda y Cecilia Irazuzta).