Si el retiro político del radicalismo en Villa Giardino, el viernes y sábado pasado, había servido para exhibir el nuevo mapa partidario, la confirmación de que Rodrigo de Loredo encabezará con otros once diputados nacionales un nuevo bloque, alejándose de la conducción de Mario Negri, mudó el duelo entre ambos de los salones a las trincheras; solo habrá un ganador.
Desde que venció en las PASO, e incluso luego del triunfo en las elecciones generales, De Loredo caminaba perfumado por los pasillos de la Casa Radical, como si quisiera agradar a todos. Evitar, o al menos aplazar, los conflictos internos parecían un buen plan, más aun teniendo en cuenta que en su hoja de ruta hacia el 2023 figura la pulseada final con Luis Juez por la candidatura a gobernador.
De todos modos, algunas noticias y especulaciones que le llegaban a sus oídos le inquietaban. ¿Mario Negri confía en Juez más que en él? ¿Intendentes que responden a Ramón Mestre, el aliado pendular de Negri, ya conversan con el jefe del Frente Cívico? ¿Son todas operaciones?
Cuando Emiliano Yacobitti apareció como la propuesta del grupo Lousteau para reemplazar a Negri de la presidencia del bloque radical, a pesar de que el entrerriano siempre contó con la mayoría de los diputados, De Loredo jugó con poco entusiasmo, aunque hizo su trabajo de apoyo a la dirigencia nacional que apostó por él en el largo 2021 electoral. Caída la opción Yacobitti, justamente porque Negri les poroteó en la cara su mayoría, surgió la versión, de la cual este diario dio cuenta ayer, de que podría producirse una ruptura en el bloque radical, y que De Loredo encabezaría a los disidentes (ya no 15, como antes, sino 12), quienes de todos modos permanecerían en el interbloque Juntos por el Cambio.
De Loredo habrá diseñado un Foda para analizar las fortalezas y las debilidades de su decisión. Gana protagonismo nacional, político y mediático, y consolida una estructura material que puede resultar necesaria para las batallas que se avecinan. Pero en Córdoba trazó una línea: Negri, y también Mestre, serán a partir de ahora indudable y públicamente sus rivales, y cuando en el radicalismo cordobés se desconocen, los riesgos son enormes.
“Desde Juntos por el Cambio tenemos la responsabilidad de interpretar el mensaje que cordobeses y argentinos dieron en las urnas. Trabajamos con firmeza para lograr una renovación que creemos necesaria en las vocerías y roles y con la convicción de que la unidad de Juntos por el Cambio es prioritaria”, explicó ayer De Loredo.
“Presidir el bloque de Evolución Radical –continuó- en la Cámara de Diputados será un desafío que espero honrar con trabajo defendiendo la representación que más de un millón de cordobeses nos dieron con su voto, en una elección legislativa que fue histórica, la mejor desde 1985 a la fecha”.
Y remató: “no puede ser que los que pierdan conduzcan y los que ganen acompañen”.
De Loredo sostiene que la amplia derrota de Negri en las PASO, junto al multipartidario Gustavo Santos, frente a la dupla que compartió con Luis Juez, es suficiente demostración de que el tiempo del actual presidente del bloque UCR ya pasó.
Desde el bloque mayoritario salieron cataratas de voces a cuestionar la decisión rupturista, acusando a sus impulsores de no respetar las reglas de juego de la democracia. Y a la tarde, sin más demora, los 33 que se quedaron con Negri votaron las autoridades del bloque. Negri, claro, fue ratificado en la presidencia, mientras que las vices 1°, 2° y 3° quedaron para Karina Banfi, Martín Arjol y Lidia Ascárate. La mestrista Soledad Carrizo, que participó del Giardino pandeloredista pero criticó la ruptura del bloque, será la secretaria legislativa.
Un comunicado planteó la posición de la mayoría: “Siempre estaremos en el bloque UCR defendiendo los valores del radicalismo, luchando por la república y respetando a rajatabla el contrato electoral con la ciudadanía. No es tiempo de especulaciones mezquinas. Que la sociedad esté tranquila: nunca seremos cómplices del gobierno”. La referencia a la complicidad con el kirchnerismo alude al punto flaco de Evolución: el liderazgo del ex kirchnerista Lousteau; aunque la presencia de Julio Cobos –a quien se propuso para vicepresidente 3° de la Cámara- en la bancada mayoritaria debilita el argumento por haber sido el mendocino el vicepresidente de Cristina Kirchner en el 2007.
Respecto de la creación del nuevo bloque, afirmaron que “es una práctica claramente antidemocrática e injustificable”.
Habrá más repercusiones en las próximas horas, porque al cierre de esta edición se comentaba que el Comité Nacional exigiría a De Loredo que se abstenga de utilizar símbolos y denominaciones radicales en su flamante campamento, bajo la amenaza de recibir sanciones disciplinarias.
PRO
Mientras tanto, el PRO salió a facturar a su favor el conflicto de los socios, quizás pensando en que ahora podría tocarles la presidencia del interbloque Juntos por el Cambio. Justo realizaron el Encuentro Federal de Legisladores y Autoridades del PRO. Una foto con espíritu gregario y declaraciones de la cordobesa Soher El Sukaria son sugerentes: “Desde el PRO entendemos la importancia de representar los intereses de los argentinos, unidos, con un sentido federal y pensando que en 2023 tenemos la responsabilidad de ser alternativa de gobierno”.