El gobierno provincial relativiza cualquier encuesta para las Paso en Córdoba que se tome antes de que el gobernador Juan Schiaretti salga a hacer campaña, y sostiene que, a diferencia del resto del país, los cordobeses van a elegir “entre Schiaretti, Cristina o Macri”. En medio de una grieta nacional fenomenal que se va a reeditar en cada distrito entre el gobierno del presidente Alberto Fernández y la oposición macrista, donde pocos apuestan al florecimiento de la promocionada “tercera vía”, en el Panal juegan justamente a eso, a través de la buena imagen que sigue manteniendo el mandatario provincial, y del autobautizado “modelo de gestión Córdoba”.
Para el Frente de Todos, en cambio, la clave del resultado de las elecciones de medio término estará en la polarización con Juntos por el Cambio (o como se llame la alianza amarilla) y ese escenario relegará, dicen, a Hacemos por Córdoba al tercer lugar. Esa es la apuesta del senador Carlos Caserio, que busca retener la banca, con cálculos de las elecciones de 2011, cuando Unión por Córdoba bajó su “lista corta” porque no lograba hacer pie sin referencia nacional, y de 2019, cuando Hacemos por Córdoba jugó con lista corta y quedó tercero, con el 16,5%. El punillense les dijo a los suyos en un conversatorio de la semana pasada que el presidente AF habilitó la lista propia en Córdoba porque las encuestas indican que el FDT puede imponerse al oficialismo provincial, quedarse con el senador por la minoría, y con dos diputados nacionales.
En el Panal resaltan encuestas previas que ubican segundo a HPC, aunque cuadros menos cercanos al gobernador admiten que se va a tener que trabajar “muchísimo” para que Alejandra Vigo llegue al Senado.
El schiarettismo cree, confían que el segundo lugar se va a consolidar “cuando el Gringo entre a la cancha”. El gobernador va a ser jugador central y principal protagonista de la campaña del HpC, más allá de los candidatos, y ese elemento será el que defina la suerte electoral, manifiestan. Lo que se viene es discurso cordobesista (pero ya no victimizado), y apelación a la identificación del cordobés con su gobierno de los últimos veinte años. El verbo “hacer” (que incluso también lo tomó el gobernador santafesino Omar Perotti, que este sábado lanza su espacio Hacemos Santa Fe, dentro del PJ de su provincia) será bastante conjugado.
El jefe de gabinete de la Nación, Santiago Cafiero, ratificó el fin de semana que el gobierno nacional tendrá lista propia en Córdoba, con el sello del Frente de Todos. Lo hizo en una nota con el diario La Voz del Interior, donde dejó abierta la puerta para que el schiarettismo se incluya en ese espacio. No es un punto menor que Cafiero haya dado esas definiciones, teniendo en cuenta que hasta ahora era Wado de Pedro, el ministro del Interior, quien venía llevando el “tema Córdoba”. De Pedro es, hasta lo que se sabe, un defensor de la unidad del PJ cordobés.
Incorporarse a la lista del FdT no está en los planes de la mesa chica del mandatario provincial, incluso frente al escenario más probable de que Juntos por el Cambio presente una única y competitiva lista, superado el desparramo que dejó Mauricio Macri en su último paso por la provincia. “Ellos (el albertismo) están abiertos para que vayamos detrás del Frente de Todos. Es imposible. Hipotecamos el 2023. No hay ninguna posibilidad de eso”, aseguran muy cerca de gobernador. La cuenta que hacen es que saldrán segundos con o sin el FdT, pero que, si lo hacen en lista conjunta “con los K”, perderán en dos años la provincia, la más anticristinista del país.
Schiaretti vuelve hoy a sus funciones luego de haberse operado de un tumor en el riñón. Hay mucha expectativa en el Centro Cívico por su regreso, y satisfacción porque el gobernador estuvo ausente con causa cuando la Provincia adhirió a las restricciones del DNU 334 de la Nación. La campaña tomará cuerpo tras el cierre de listas, que con los cambios del calendario electoral será el 25 de julio, y la idea es que el gobernador se guarde los buenos anuncios para darlos él mismo. Una de las aspiraciones de máxima es que la Provincia consiga vacunas para completar la vacunación a todos los cordobeses mayores de 18 años, tal la idea de Schiaretti. La ley marco que habilita la compra ingresó ya a la Legislatura y la intención del oficialismo es aprobarla en breve con amplísimo respaldo. Para esa misma época, la Nación espera que estén los primeros millones de frascos de la Sputnik argentina que se producirán en el conurbano bonaerense.
De cualquier manera, las definiciones de Cafiero sobre Córdoba, que también deslizó críticas a la estrategia aperturista del gobierno provincial en la pandemia, dejan en claro que en la coalición oficialista y en el gabinete nacional las posiciones no son unánimes. Por caso, el ministro de Educación, Nicolas Trotta fue muy cuidadoso de su relación con su par provincial, Walter Grahovac, y con Córdoba en general, al analizar las posibilidades de vuelta (o no) a la presencialidad a partir de hoy. La Provincia, pese a que varios de los departamentos (incluida Córdoba Capital) permanece en rango de “alarma sanitaria”, dispuso el regreso a las clases en aula en nivel inicial y primario, y pospuso una semana el retorno en el nivel secundario. En diálogo con radio Nacional Córdoba, Trotta fue muy crítico con el alcalde porteño, Horacio Rodríguez Larreta, quien decidió el regreso a la presencialidad, pero contemplativo con Córdoba.
En el otro extremo, el gobernador de Buenos Aires, Axel Kicillof, que no tiene buenas relaciones con Schiaretti, puso en duda los datos sobre ocupación de camas críticas en la Provincia que brindó el vicegobernador Manuel Calvo en la última videollamada entre Alberto Fernández y los gobernadores, previa al DNU 334 que caducó ayer.