A Negri le gusta pisar con cuidado, y como siempre ha hecho antes de cada postulación, aseguró que “el partido y muchos sectores me piden que sea candidato a senador, pero no me he pronunciado”. Es una tradición: cuando quiere alcanzar una candidatura sugiere a su favor un Operativo Clamor (habitual error histórico, porque en 1810 de los seis por los que se clamó terminaron muy mal en el Monte de los Papagayos).
De todas maneras, en la entrevista que dio ayer a Radio Rivadavia expresó sus ideas con suficiente claridad. Así habló Negri: 1°) Dijo que los candidatos deben ser los que mejor miden en las encuestas (textual: “hay que buscar a los más competitivos”); 2°) Señaló que obtiene los mejores resultados en los sondeos de la opinión pública (textual: “Soy el que mejor mide”). Conclusión negrista: el candidato a senador nacional debe ser él.
Las declaraciones de Negri blanquean que la reunión del martes pasado con el multipartidario Gustavo Santos no fue exitosa, por lo que ya debía subirse la temperatura de la sala de negociaciones. Santos es el candidato de Mauricio Macri para el tramo de diputados, pero en el radicalismo lo acusan de representar los intereses del gobernador Juan Schiaretti, con quien el ex presidente siempre tuvo una excelente relación (también en 2019, por cierto, cuando Negri fue candidato a gobernador por el PRO y en contra de la UCR cordobesa).
Para Negri, “el radicalismo de Córdoba no merece, como mínimo, el maltrato”, aunque probablemente haya querido referirse a sí mismo. “Por Juntos por el Cambio no hace falta decir lo que yo he puesto, lo que hemos hecho por el gobierno de Cambiemos aún en los errores”, agregó. Y exhortó, finalmente: “Espero que haya sensatez”.
Después de anunciar que se había firmado el acuerdo aliancista en Córdoba, aseguró que trabaja “para que haya unidad” y quiso mostrarse generoso al subrayar que “hay muchos candidatos en todas las fuerzas, el radicalismo tiene muchos dirigentes con grandes valores”. “Lo que hay que hacer es no sentirse dueño de la verdad, si queremos ser competitivos hay que buscar a los más competitivos. No puede ser que sea a la inversa”, puntualizó.
Los socios
La alianza Juntos por el Cambio quedó constituida por la Unión Cívica Radical, el PRO, el Frente Cívico, la Coalición Cívica-ARI, Primero la Gente y el Partido Liberal Republicano. Además, adhirieron las juntas promotoras de UNO (evangelistas), Alternativa Republicana Federal y Confianza Pública (Laura Sesma).
La firma del acuerdo estuvo a cargo de los presidentes de los partidos: Marcos Carasso (UCR), Javier Pretto (PRO), Luis Juez (FC), Gregorio Hernández Maqueda (CC-ARI), Gastón Dueñas (PLG) y Martín Carranza Torres (PLR). Por los adherentes, lo hicieron Laura Sesma (CP), Daniel Molina (UNO) y Matías Mondino (ARF).
El reglamento, como anticipó Alfil, estableció que el umbral electoral para participar de la lista definitiva será del 25 por ciento de los votos válidos positivos obtenidos por Juntos por el Cambio. La lista ganadora tendrá el primer binomio de candidatos (el uno y el dos), y la segunda, el binomio siguiente (el tres y el cuatro). A partir del candidato número cinco la distribución será por el sistema proporcional D’hont. Si entre la primera y la segunda lista la diferencia es de 25 puntos, se repartirán todas las candidaturas por el sistema proporcional.