La Justicia sorprendió el fin de semana con una de esas noticias que descolocan y obligan a replantear escenarios. El encargado de dar el batacazo fue el juez federal Julián Ercolini, quien elevó a juicio la llamada “Megacausa Residuos” que investiga a ex funcionarios kirchneristas e intendentes por “defraudación por administración fraudulenta en perjuicio del erario público” en el marco de los fondos invertidos para el plan de Programas Municipales de la Gestión Integral de Residuos Sólidos Urbanos (GIRSU), iniciado en 2013 durante la presidencia de Cristina Fernández de Kirchner.
El caso tocó de cerca al sur cordobés y ahora más que nunca. Pues Alberto Escudero, intendente de Las Higueras, y Luis Stanicia, ex mandatario de Las Acequias; serían dos de los mencionados en el documento que confirmaba la elevación a juicio. En conclusión, dos de los referentes K del sur cordobés terminarían sentados en el banquillo por una investigación que, más allá de las acusaciones de Lawfare, cuenta con varios elementos que podrían perjudicar seriamente el camino del Frente de Todos en la zona. La “pesada herencia” también se vive de esta manera.
Para los menos memoriosos, se llegó a este punto luego que en 2016 -durante la gestión de Mauricio Macri- la Sindicatura General de la Nación (SIGEN) detectara irregularidades en la forma que se invirtió el dinero que Nación otorgó a los municipios beneficiarios para poner en marcha el programa GIRSU. Así fue como el difunto juez Claudio Bonadio tomó en sus manos la investigación que terminaría confirmando sospechas sobre la poco clara utilización de los recursos salidos del Tesoro nacional.
En el caso terminaron procesados Escudero y Stanicia, además de otros jefes municipales y ex funcionarios nacionales, entre ellos Juan Abal Medina, Aníbal Fernández, y Jorge Daniel Capitanich, actual gobernador de Chaco. “En el caso de los funcionarios, le digo que a esos tigres no les hace nada una mancha más. Pero de los intendentes no podría decir lo mismo. Están complicados”, comentaba al respecto una alta fuente judicial que sigue de cerca el caso.
La planta de Las Higueras
Poniendo el foco en la historia del intendente de Las Higueras, se podría decir que Alberto Escudero nunca pudo dejar atrás la mancha que dejó la megacausa en su imagen. Más allá de ser un intendente longevo, de los que más años permanece al frente de su municipio y que todavía cuenta con el apoyo de sus vecinos, se ha enfrentado a una oposición que nunca le dejó pasar una sola respecto a esta causa.
De hecho, el coletazo proseguía incluso hasta hace unos pocos días, cuando la primera minoría en el Concejo Deliberante de dicha localidad realizaba un pedido de informe enfocado en la Planta de Tratamiento que Escudero había construido en el marco del programa GIRSU. “La planta no está. Nunca funcionó y a eso lo saben todos los vecinos de Las Higueras”, indicó Gianfranco Lucchesi, concejal de la oposición en representación de Unión por Córdoba.
Pero la novedad judicial del fin de semana reveló el delicado estado de la gestión Escudero en este respecto. Al respecto, Lucchesi indicó: “No nos sorprende, porque es algo que ya veníamos denunciando desde el primer momento junto con otros fondos nacionales. La gente se siente víctima de esto porque lo viene acompañando desde hace tres elecciones y con esto se demuestra que los defraudó a todos”.
Los planes y proyecciones del intendente de Las Higueras se encuentran postergados. En el comienzo de su tercer mandato, Escudero anunció el plan “Las Higueras Ciudad”, con el cual buscaba realizar un censo por el cual Las Higueras pueda tener Carta Orgánica de ciudad y así tener permitido renovar para un cuarto mandato, eludiendo la legislación provincial vigente que se lo impediría. Claro que, para llevar a cabo ese paso, requeriría de una legitimidad que hoy se encuentra a amenazada por su situación judicial.
Sin lugar en el FdT
Más que el impacto judicial, en el círculo del intendente Escudero se habla del golpe que podría suponer este juicio en el futuro político de su proyecto. En el caso de los intendentes del sur, se trata de dos defensores del llamado “proyecto nacional y popular” que lideró CFK en su momento, pero que ha sufrido una mutación para adaptarse a los tiempos actuales. Ese “kirchnerismo moderno” llega con el Frente de Todos y Alberto Fernández parece no dejar lugar para “soldados caídos”.
A fines de la semana pasada ya se adelantaba que podían llegar noticias fuertes desde la Justicia Federal, algo que generó ruido entre la comunidad política cordobesa. Justo antes de la primera visita presidencial a la provincia, los intendentes aliados quedarían nuevamente en el ojo de la tormenta. La situación operó en contra de cualquier paso del presidente por la zona. “No tiene nada para presentar en Río Cuarto y la región, así que no hay razones para llegar”, explicaba un vocero del FdT en la ciudad a fines de la semana pasada.
Más allá de la acotada agenda presidencial, podría decirse que en Casa Rosada estaban bien al tanto de la novedad que llegaría desde la Justicia Federal y al esquivar la visita al sur cordobés también se evitaban situaciones de incomodidad que podían llegar con la foto junto a un dirigente como Escudero, de quien se confirmaría la elevación a juicio. Convenía despegarse.
Aun así, el intendente higuerense todavía pugnaba para integrarse al FdT (aunque todavía niega ser intendente K); incluso fue el anfitrión de la comitiva de funcionarios nacionales que llegaron a la ciudad a fines del 2020 para celebrar la victoria de Juan Manuel Llamosas en Río Cuarto. Pero su actualidad judicial complicó su destino político. “Escudero ya no es alguien de renombre para el proyecto”, sentenció un allegado a la conformación política del FdT en Córdoba.