El senador nacional Carlos Caserio ofreció ayer una charla en las baterías “D” de Ciudad Universitaria para conmemorar 70 años de educación superior pública y gratuita en la Argentina, gratuidad que perfeccionó en 1949 el decreto 29.337, firmado por Juan Domingo Perón, que removiera los aranceles por “derechos de examen”.
De esta actividad, organizada por la JUP (Juventud Universitaria Peronista) y la Bisagra (principal organización estudiantil del kirchnerismo en la UNC) para acercar el peronismo a un ámbito universitario que siempre le resultó esquivo, participaron también Martín Gil, intendente de Villa María, ex rector de la UNVM y ex secretario de políticas universitarias durante la Presidencia de CFK; Pablo Carro, diputado nacional por el kirchnerismo y ex secretario general de Adiuc; y Mirta Iriondo, decana del FAMAF e integrante de la lista de diputados que el Frente de Todos llevó a las urnas el pasado 27 de octubre.
Enclavado en una mesa de extracción netamente universitaria y sin formar parte de ese ámbito queda claro que el senador, y principal armador del presidente electo en Córdoba, visitó Ciudad Universitaria en su rol de tal, con el objeto de construir un enlace entre el albertismo y el peronismo de la UNC, a la vez que estudia las posibilidades de que el espacio comandado por Fernández plante bandera en el ambiente universitario de Córdoba.
Ahora bien, lo que llamó la atención fue la perfecta sincronía con la que Hugo Juri, rector de la UNC, ubicó a Natalia de la Sota en otro escenario universitario, el mismo día y a la misma hora en que Caserio disertaba en las baterías “D”.
La excusa fue la apertura del ciclo “Asís 2020”, una serie de exposiciones a realizarse en la UNC durante los próximos meses a raíz de una convocatoria lanzada por el Papa Francisco para pensar “la construcción de una nueva economía mundial”.
En este marco sí aparece ampliamente justificada la asistencia de Fernando “Chino” Navarro, uno de los conductores del Movimiento Evita, espacio que impulsa -principalmente desde la Ctep- a sectores de la economía popular y que el año pasado incidió en la sanción de la Ley Provincial de Economía Popular por parte de la Legislatura de Córdoba. La presencia de Natalia, por su parte, no parece tan fácil de explicar si no se la enmarca en una intención deliberada de poner un contrapeso a la actividad liderada (en simultaneo) por Caserio.
La hija del difunto gobernador José Manuel de la Sota y legisladora electa por Hacemos por Córdoba también se perfiló, durante la última campaña electoral, como una referente muy cercana a Alberto Fernández, con quien se reunió en repetidas oportunidades en las semanas previas al 27-O.
Este posicionamiento, que le valió incluso algunas rispideces -ya resueltas- con El Panal, también la situó como una competidora natural de Caserio dentro de la interna albertista, en tanto que ambos aspiran a ser armadores de Fernández en Córdoba.
El rector, en tanto, participó junto a Natalia de la Sota en la apertura de ciclo referido, mientras parte del peronismo universitario (con primacía kirchnerista) se reunía en las baterías “D”.
Para completar el raid de presencias justicialistas en la Universidad debe destacarse que Juan Schiaretti fue invitado al acto oficial que la casa de estudios prepara para conmemorar los 70 años de gratuidad esta tarde, y que aunque su presencia no está confirmada, de no darse será suplida por la asistencia de altos funcionarios de la Provincia, probablemente el ministro de Gobierno, Carlos Massei, y/o el presidente provisional de la Legislatura cordobesa, Oscar Félix González.