Treinta años rompiéndose la cabeza para tratar de solucionar el déficit de la Caja de Jubilaciones de la Provincia y resulta que era una cosa tan sencilla que se pudo resolver en tres horas, en plena pandemia, de manera virtual, sin debate, apabullando a la oposición y neutralizando a los gremios. ¿Vio que cuando los políticos quieren trabajar pueden hacerlo?
La cosa es que por esos días se encontraron el Gallego, el Pocho y el Gordo y mientras leían los diarios no dejaban menos que admirar la maniobra del actual gobernador Juan Schiaretti para sacar en pocas horas la tan mentada reforma para reducir el déficit de la Caja de Jubilaciones, tarea en la que ellos tantas veces fracasaron.
Gallego: Mirá vos qué bien que resultó el Gringo. Cuando nadie se lo esperaba los empernó a todos y sacó la reforma en lo que menos canta un gallo. Sin movilización, sin trabajadores en la calle, sin jubilados quejándose en los medios.
Pocho: Disculpeme Gallego, pero más que en menos que canta un gallo querrá decir que entre gallos y medianoche.
Gallego: Ni siquiera hizo falta llegar a medianoche, cuando se dio la orden de votar eran apenas las 20 y los legisladores no sabían si estaban en una sesión virtual o en una serie de Netflix.
Gordo: Y resulta que yo era el autoritario. Cuando no les quise aumentar a los docentes no hubo un cordobés que no saliese a marchar en contra. Eso sí, fueron movilizaciones históricas. Ni nuestros intendentes nos apoyaban.
Gallego: Es que ustedes los radicales son como esos equipos de fútbol que les falta sorpresa. Mastican tanto la idea que el contrincante tiene tiempo de prepararse y esperarlos. El Gringo utilizó el efecto sorpresa. Algún grito de don Elorrio y adentro.
Pocho: Sí, y la excusa que ponen es que no se movilizaron por el tema de la pandemia. ¿En Córdoba? Cuando los cordobeses quieren hacer lío no les importa nada, ni pandemia, ni frío, ni hora, ni nada. Pero no pusieron ni las manos. Esa es la ventaja que tienen ustedes, los peronistas, a nosotros los gremios nos ponen palos en la rueda permanentemente y ustedes, aunque los maten a palos, siempre terminan arreglando.
Gallego: No se crean, que también la hemos pasado. Hasta hemos tenido que reprimir y dar marcha atrás por la enjundia de los gremios. En lo que todos estamos de acuerdo muchachos es que hacía falta la reforma. ¿No me digan que no intentaron alguna vez tomar medidas drásticas. Las jubilaciones en Córdoba ya no había con qué pagarlas. Pero, además, mirá quién habla. Gordo, en tu primer día de gobierno les rebajaste el 30 por ciento del sueldo a los empleados estatales y después te quisiste mandar la reforma educativa. Todavía hoy la cuestión por presentismo docente despierta quejas y reclamos en las negociaciones con los gremios.
Gordo: Usted me conoce y sabe que coincido en ese punto. Debo reconocer también que fracasé cuando allá por el 95 quise recortar por decreto el 82 por ciento rebajando un 18 por ciento las jubilaciones y después la justicia dijo que era anti constitucional.
Gallego: ¿Y vos Pocho? ¿No decis nada? Mirá que algunos señalan que el problema de la Caja comenzó en tu gestión. Cuando metista tanta gente en el sistema. ¿Te acordás del lápiz rojo? Nunca te funcionó.
Pocho: No, qué me voy a olvidar. Pero vos Gallego también trataste y no pudiste. Aquella vez de la reforma previsional en la Legislatura, sin avisar a nadie, y te salieron todos a la calle. Tenían una estrategia muy particular. Decían una cosa en la campaña, cumplían una parte con la izquierda y daban un garrotazo más fuerte con la derecha. En el 2013 decías que mantenías el 82% móvil, pero los aumentos se aplicaban seis meses después que a los activos. Y Schiaretti en el 2015 derogó esa ley pero la base remunerativa se determinaba sobre el promedio de las últimas 48 remuneraciones mensuales brutas deduciendo el aporte personal y no sobre el último año. Y ahora se pasa de los últimos cuatro años a los 10. Y encima los pensionados pasan de cobrar del 75% al 70.
Gallego: Y bueno muchachos, hay que armonizar con la Nación. La verdad que no da para que haya jubilaciones de 150 mil pesos.
Pocho: Sí, pero con todo eso, sigue el déficit. Me quedé pensando Gallego. Vos también en el 2003 hiciste una fiesta de jubilación anticipada donde más 15 mil empleados se acogieron al beneficio? Así que no hables mucho de armonización porque usted no estuvo ni cerca.
Gallego: Demasiado estiramos de la piola muchachos. Tantos años de déficit, sin lograr la “armonización” y soportando el humor del Presidente de turno que si manda o no manda la plata. ¿Cuántas veces les dijimos que íbamos a armonizar? En esta al Gringo no le quedaba otra que tratar de achicar.
Gordo: Y el famoso Cordobesismo Gallego quedará en la historia.
Gallego: La política es así muchachos, una permanente lucha de fuerzas e intereses, el que maneja la caja es el que manda y hoy el jefe es Alberto Fernández y si pide armonizar pues hay que armonizar. Por ahora el cordobesismo está como nosotros.
Gordo: Hay que estar atentos. Esta semana será clave para ver qué hacen los gremios, pero me parece que Schiaretti ya tiene el partido ganado.