Desde que Macri desembarcó en Córdoba para lanzar a Gustavo Santos como candidato a senador nacional (después lo descendió a diputado para dejar entrar a Luis Juez) y, por anticipado, a gobernador, se convirtió en un protagonista central de la interna aliancista provincial. En aquella recordada visita, Macri le restó importancia a Negri, lo cual hirió la susceptibilidad política del entrerriano, que durante varios años había disfrutado delos favores del ex presidente, a cambio, por cierto, de un intenso trabajo en la conducción del bloque de diputados nacionales. El juego del ex presidente no hace más que confirmar, para los radicales, la vigencia del histórico acuerdo con el peronismo cordobés que lidera Juan Schiaretti. Y, para ello, no puede haber un radical que coseche la rotunda victoria aliancista que habrá en noviembre.
El Zoom que compartieron el sábado buscó una solución que, de acuerdo con los trascendidos, estuvo lejos de alcanzarse para un territorio que puede considerarse, con justicia, como la capital de Cambiemos/Juntos por el Cambio, dado el evidente antikirchnerismo de la mayoría de sus ciudadanos. En la provincia, Macri ha obtenido mejores resultados, incluso, que en la ciudad de Buenos Aires.
Macri habría repetido delante de Negri la idea que, días atrás, llegara a los oídos del radical por boca del multipartidario Gustavo Santos. La nueva oferta consiste en que Negri designe a una mujer para que encabece el tramo de candidatos a senadores nacionales. Una radical, naturalmente, que luego juegue para él en la Cámara de Senadores. Así, el segundo lugar sería para Luis Juez. Como se da por descontado que Juntos por el Cambio ganará las elecciones legislativas de este año, la mujer negrista o afín, y Juez, tendrían garantizadas sus bancas (“la hamaca paraguaya”, según el jefe del Frente Cívico”) en la Cámara de Senadores de la Nación. El plan se completa con Santos sobreviviendo en el primer lugar de la lista de candidatos a diputados nacionales.
Para Negri, no es una propuesta aceptable. Ni por él, ni mucho menos por el radicalismo, que se encresparía con una lista alternativa. No habría paz.
Trascendió que más allá de la cortesía, sobrevoló en el planteo macrista aquello de que si Negri se enfrenta al campamento amarillo, entonces podría sufrir como represalia política la caída de la presidencia del interbloque de diputados, lo cual trae como consecuencia la pérdida de la silla en la mesa nacional de Juntos por el Cambio.
Desde el macrismo se le señala a Negri que no es capaz de reunir detrás de sí a todo el radicalismo, y en ese sentido en los últimos días comenzó el diálogo entre el diputado y el concejal Rodrigo de Loredo.
De especulaciones y de versiones estará tapizado el camino de los aliancistas hasta el próximo sábado, cuando antes de la medianoche, deberán presentar las listas de candidatos en la Justicia Electoral.
Rodrigo de Loredo, mientras tanto, recuperó la diplomacia con Negri y observa con atención los movimientos del diputado nacional. Si Negri alcanza algún tipo de acuerdo con el macrismo, De Loredo tendría más energía para competir en las PASO con sus socios de la Liga Sumar, es decir Javier Bee Sellares, el angelocista Javier Fabre, el “nicolacista” Miguel Nicolás, y varios intendentes de la nueva generación, como el riotercerense Marcos Ferrer. En cambio, un entendimiento entre Negri y De Loredo podría desencadenar que parte del resto de Sumar decida competir de todos modos con una lista propia. Y no faltan más interesados en la UCR en probar suerte en las PASO, como los alfonsinistas con Dante Rossi al frente, mientras es una incógnita qué hará Ramón Mestre.