Circula una única certeza en el PRO local: Gustavo Santos es la gran apuesta de Mauricio Macri para la provincia. Piensa en su exministro de Turismo en un rol protagónico para las elecciones legislativas nacionales de este año y, como si esto fuera poco, para encarar un proyecto –“real”, acotan los amarillos- que lo desvela: colocar al sucesor de Juan Schiaretti en 2023. A su vez, quienes le disputan el liderazgo al expresidente, Horacio Rodríguez Larreta o María Eugenia Vidal, tampoco han objetado esta decisión. Por el contrario, han avalado públicamente al radical reconvertido en macrista.
Macri tiene planes concretos para el también exfuncionario del actual gobernador, también de José Manuel de la Sota. Hasta el momento, las recorridas de Santos por la provincia o sus incursiones porteñas se han referenciado con la campaña por encabezar la lista de diputados por Córdoba de Juntos por el Cambio. Con poca insistencia, hace un mes atrás, se hablaba de la posibilidad de ponerlo a jugar por la banca en el Senado. Eran comentarios aislados que se fueron haciendo más fuertes a medida que se complicaba la interna de los radicales expresados en la alianza de Mario Negri y Mestre; o la de Rodrigo De Loredo con otras expresiones partidarias.
Fuentes del macrismo con despacho en Buenos Aires confirmaron a Alfil lo que ya se venía notando: un creciente hartazgo por la puja radical y los cuestionamientos manifiestos al liderazgo de Macri que, como se sabe, busca levantar cabeza con su libro de sugestivo título “Primer tiempo”. Agregan que la alianza en la provincia transita un momento tumultuoso pero que no impedirá que el PRO se rearme como objetivo parcial a la renovación ejecutiva que se viene.
Son varias las alternativas que hay en la mesa del macrismo nacional para la provincia. La idea que cobra fuerza es provocadora porque choca directamente con las ambiciones de un aliado estrella como lo es el jefe del interbloque Cambiemos en el Diputados, el radical Mario Negri. También con las del titular del Frente Cívico, Luis Juez, quien no quiso perder tiempo y blanqueó su intención de recalar nuevamente en el Senado, cabeza de playa para pelear por la gobernación dentro de dos años.
Santos, como número uno enlista a senadores, es la apuesta “purista” que se analiza en Buenos Aires, aunque no descartan mixturarse con aquellos que no la objeten. La consigna de un “PRO fuerte” que bajó cada uno de los popes a la dirigencia local no persiguió, esta vez, un objetivo de motivación interna. En el continuado de reuniones que Santos mantiene con el equipo amarillo nacional se dejó en claro dos cuestiones: 1) Macri está dispuesto a arremangarse por su exfuncionario cordobés, como ya demostró que puede hacerlo si hay alguien que le importa. Por caso, por su amigo, el golfista Eduardo Romero, a quien le ordenó la interna partidaria de Villa Allende. Y 2) El PRO nacional no está dispuesto a esperar a nadie, como le advirtió Patricia Bullrich a la exgobernadora de Buenos Aires. Si no lo hacen con los suyos, ¿por qué lo harían con los radicales?
Conscientes de que el dedo de Macri, o del PRO, como ordenador de las internas en Juntos por el Cambio, fue amputado por la derrota de octubre de 2019, la posibilidad de una PASO entre los socios se toma con respeto. Asumen que el radical Negri querrá evitarlas, fiel a su estilo. Santos en el tramo senadores es una salida concreta al incordio que, a su vez, abre el juego a los referentes del macrismo que podrían calificar para lugares expectables en la boleta de diputados. Por caso, el titular del PRO, Javier Pretto, o el legislador provincial, Darío Capitani. Probablemente, la más afectada en esta alternativa sea la actual senadora Laura Rodríguez Machado que quiere repetir mandato. Al mismo tiempo, quedaría fuera de esta posibilidad Soher El Sukaria, quien no descartaba competir en este tramo para lograr instalarse para la gran carrera electoral del 2023.
Ahora bien, de la idea a la ejecución hay que esperar otros aspectos como la confirmación política de las PASO. El presidente Alberto Fernández, presionado por los gobernadores que quieren levantar esta interna argumentando cuestiones sanitarias, dio un guiño favorable a La Cámpora que quiere ir a las urnas el 8 de agosto. Recientemente, el Senado giró a Diputados el proyecto del Ejecutivo que suspende la caducidad de la personería jurídica a los partidos políticos que no hayan renovado autoridades o que no cumplan con el requisito mínimo de afiliados.
Si las primarias se hacen, como todo parece indicar, habrá que esperar la evolución del diálogo entre los aliados cordobeses y el impacto de las recomendaciones de los líderes nacionales de los partidos miembro.
El PRO se prepara para esa PASO con la voluntad de armar listas mixtas, o bien, con una boleta amarilla que pondrá a Santos, en ambos casos, en un lugar para el que no tiene experiencia, pese a su extensa e indiscutida trayectoria política: el de la campaña proselitista.