Es decisión tomada: los máximos referentes de Juntos por el Cambio a nivel nacional coincidieron en la necesidad de ampliar la coalición y de fijar reglas claras para la competencia interna en las primarias abiertas de septiembre. La definición se comunicó al término de una cena que no tuvo asistencia perfecta porque el expresidente Mauricio Macri eligió ausentarse.
Sobre los motivos del faltazo se especuló mucho durante la jornada de ayer: el partido de la selección argentina de fútbol o “compromisos de agenda” impostergables fueron algunas de las excusas que trascendieron, más en tono de broma que en plan de evitar sospechas. Otras, vinculaban la silla vacía en el restaurante porteño Galpón Milagro a la guerrapor el liderazgo en el 2023 que librará el PRO en estas elecciones legislativas. De hecho, ya no hay sospechas que detrás de la firme decisión de Patricia Bullrich de jugar en Capital Federal se escondenlas cavilaciones de Macri sobre la conveniencia de intentar ocupar nuevamente el Sillón de Rivadavia.
El jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta; la exgobernadora bonaerense María Eugenia Vidal; la presidenta del PRO, Bullrich; los senadores Humberto Schiavoni, Martín Lousteau y Luis Naidenoff; los diputados Mario Negri, Juan Manuel López y Maximiliano Ferraro; y el excandidato a vicepresidente Miguel Ángel Pichetto, demostraron que más allá de las disputas dentro de cada partido y en la coalición, Juntos por el Cambio -o como se llame en adelante- no está en discusión para rivalizar con el kirchnerismo. Macri tampoco ha desentonado con esto en sus últimas apariciones públicas, aunque coquetee con la idea de un PRO cada vez más fuerte.
“La elección de 2021 es clave para la democracia argentina porque el kirchnerismo tiene hoy como único dique de contención la Cámara de Diputados. No podemos permitir que se hagan del control total del Congreso porque la sociedad está pidiendo más libertad y más democracia”, dijo Mario Negri tras la cumbre.
Como Negri, los protagonistas del mitin se encargaron de reflejar los resultados internos del encuentro presencial del martes. La decisión central refiere a la necesidad de ampliar las bases de la entente, un viejo proyecto que algunos llaneros solitarios recomendaron a Macri cuando era presidente y les valió el castigo del ostracismo. Ejemplos sobran, aunque hubo algunos icónicos como Emilio Monzó y Rogelio Frigerio. En el restó de barrio Palermo sonaron nombres de peronistas no k, progresistas, socialistas y liberales.
La posibilidad de resolver las internas en el marco de la PASO fue el otro gran acuerdo de la noche. También, y en sintonía con la consigna de ampliar las bases, se estableció que se dispondrá un piso bajo para la distribución de los lugares en las listas legislativas.
La sensatez de entender las primarias como herramienta clave para garantizar la unidad de JxC fue recibida con alivio por los socios mediterráneos. En la plaza ganadora, la lista de precandidatos aumenta por minuto, como las tensiones que el propio Macri alimentó con el explícito apoyo a la candidatura de su exministro de Turismo, Gustavo Santos, y la falta de diplomacia política para exponer su preferencia.
“Celebro la decisión de las autoridades nacionales de Juntos por el Cambio, ampliar la base de sustentación es el desafío. Promover y llevar adelante la competencia interna nos fortalece. Con más participación somos mejores”, festejó en redes sociales uno de los interesados en protagonizar la compulsa local y líder del núcleo interno radical Sumar, Rodrigo de Loredo.
En el Frente Cívico la decisión también fue bien recibida porque el candidato a senador Luis Juez ya no cargará con el estigma rupturista que se ganó. La decisión nacional colabora con mantener al diputado dentro del espacio, uno de los primeros en avisar que trabajaría por sus objetivos por adentro o por afuera de la alianza. También a otros enojados como el exárbitro Héctor Baldassi.
En tanto, los lilitos descorcharon porque la decisión de fijar reglas claras y accesibles para todos los anotados da un impulso extra a la decisión de aprovechar este turno electoral para instalar a la Coalición Cívica dentro del mapa de partidos locales, pero en especial, a su referente, Gregorio Hernández Maqueda. Los alfiles de Elisa Carrió en la provincia definen la nueva imagen del espacio con un reconocido publicista, Diego Magni, donde buscarán resaltar a la juventud y renovación generacional del partido, a la vez que se propondrán como una fuerza que pretende ser sinónimo de garantía de control.
Por otra parte, es probable que la decisión de los popes del PRO afecte poco el curso de las decisiones en la filial local del partido recoleto. La interna nacional de los líderes del espacio no puede observarse como una ventaja para los hombres y mujeres amarillos que quieren disputar el liderazgo que Macri ya le confirió a Santos. El apóstol tiene la bendición del expresidente, también de sus rivales internos, Larreta y Vidal.
Ahora bien, esta triple unción no impedirá que Santos tenga que medir fuerzas con los retadores, si es que no logra persuadirlos de sumarse a su boleta. Al parecer, su primera campaña electoral como referente será con toda la maquinaria PRO detrás suyo, pero en igualdad de condiciones con socios en rebeldía con el “dedazo”.