Luego de dos congresos ausentes, el PJ Córdoba participó ayer oficialmente del Congreso Nacional del Justicialismo que se realizó en el microestadio de Ferro. El encuentro fue el preámbulo del proceso de renovación y unificación partidaria que se plasmará el 5 de mayo próximo, casi seguro a través de una lista de unidad alineada al presidente Alberto Fernández. La presencia de los cordobeses que responden al gobernador Juan Schiaretti en Ferro (casi todos de origen delasotista) no implica que Córdoba vaya a participar de la futura conducción del PJ nacional: Schiaretti envió 28 congresales que le responden como gesto de participación y de acompañar la etapa post cristinista del partido. No es poco en la historia política Nación-Provincia de los últimos años, ni por el lugar que ocupa el gobernador de Córdoba para el establishment nacional (lo ven como un gobernador que tiene lo bueno del liberalismo y lo bueno del peronismo). La orden a los congresales fue perfil bajo y solo mostrar presencia. La delegación estuvo encabezada por el presidente alterno del partido, Oscar González, el único autorizado para hablar y que fungió de representante de Schiaretti. Según dijo a este diario, regresó a la Provincia sin otros encuentros políticos.
En la interna entre José Luis Gioja, el actual presidente del PJ nacional, y el chaqueño Jorge Capitanich, quien busca quedarse con la conducción, el schiarettismo está cerca del sanjuanino: Capitanich es para el Centro Cívico sinónimo del peor momento en la relación con la expresidenta Cristina y del momento más extremo del “cordobesismo”. Gioja agradeció destacando la vuelta de los cordobeses en el microestadio de Caballito.
Los representantes del PJ cordobés votaron, como el resto de los congresales, el primer documento del peronismo nacional unificado: un fuerte respaldo a Alberto Fernández en la negociación de la deuda externa con el FMI y con los bonistas extranjeros que lleva adelante por estos días y cuya resolución es condición sine qua non para el desarrollo de su plan de gobierno.
Este espacio informó hace una semana que antes de los diez días iban a producirse novedades importantes en la relación Nación-Provincia. Así fue. Casi al unísono del Congreso de Ferro, la Provincia informó que el Ministerio de Economía de la Nación destrabó y giró casi 500 millones de pesos de la deuda de Anses de 2019 con la Caja de Jubilaciones de Córdoba. Es uno de los varios desembolsos comprometidos por la Casa Rosada para zanjar la deuda de 2.600 millones con el organismo previsional. Su acreditación en las cuentas de Córdoba, como la participación en el Congreso de Ferro, fue cocinada al fuego lento de la diplomacia más que a la llama de la política exhibida.
Al mismo tiempo, en los despachos de Balcarce 50, Alberto Fernández recibió al senador Carlos Caserio y los legisladores e intendentes que le responden, en una mesa donde también se sentó la diputada nacional Gabriela Estevez, jefa de La Cámpora en Córdoba. La foto fue para la interna cordobesa donde, más allá del reparto de cargos partidarios que no tienen peso real, lo que se dirime es cómo y por donde se baja la plata para la gestión (cuando haya) y si el albertismo tiene peso suficiente en Córdoba para tener una cuña propia en el peronismo provincial, y no depender de las mencionadas relaciones diplomáticas.
En cuanto a Estevez, tuvo foto a solas con el Presidente y está a poco de cerrar con el PJ nacional. En su entorno aseguran que la jefa camporista responde a Cristina Kirchner y al diputado Máximo Kirchner y que no plegará su juego político a los avatares entre Caserio y Schiaretti.
A su vez, en otro despacho de la Rosada, un grupo de intendentes radicales del Foro de Intendentes que conduce el mestrista Ariel Grich era recibido por el ministro de Interior, Wado de Pedro. Los jefes comunales conocen de la promesa que le hizo Alberto Fernández a sus pares que estuvieron hace diez días de la mano del radical K Gerardo Zamora: los aliados tendrán prioridades cuando haya plata.
En el trazo del nuevo trato Provincia-Nación, que no incluiría, de momento, fotos entre el presidente y el gobernador, un dato que pasó desapercibido fue la presencia del diputado nacional Eduardo Valdez en el Centro Cívico, donde hace unos días se reunió con Schiaretti en el marco de una visita de los diputados del Parlasur. Del encuentro participó, entre otros, el secretario de Relaciones Internacionales de Córdoba, Jorge “el Zurdo” Montoya, dirigente que dialoga con peronistas cercanos a Alberto Fernández y que hoy estuvo como congresal en Ferro. Políticamente, Valdes es una figura clave en el ensamble entre Cristina y Alberto, y también es una suerte de confesor político del papa Francisco. El dato fue que el diputado nacional y Schiaretti cruzaron tuits con posterioridad al encuentro.