Tras un 2020 en el que los esfuerzos debieron ser reconducidos a contener la propagación del Covid-19 y reestructurar la deuda de la Provincia, el gobernador ha retomado su perfil de realizador de obra pública.En los primeros meses de 2021 el Centro Cívico presentó un plan provincial de acueductos troncales con una inversión estimada de 323M de dólares y ha continuado desarrollando redes cloacales y gasoductos en distintas localidades del interior, a la vez que no ha dejado de volcar buena parte de sus esfuerzos en respaldar la gestión de Martín Llaryora.
En lo que va del año Schiaretti firmó con el intendente un convenio para la construcción de redes viales, de agua, eléctricas y cloacales por 2.200 M de pesos e inauguró obras por otros 215 M en distintos barrios de la ciudad, habilitó nuevos puentes y tramos de la avenida costanera, participo de la firma de contratos por 200M de pesos para la llamada “recuperación histórica” de Villa El Libertador y ayer habilitó el entubamiento del Canal Los Molinos-Córdoba, por una inversión superior a los 150M de dólares destinada a beneficiar al sector sur de la ciudad alcanzando al 30 por ciento de los cordobeses.
El mandatario provincial comparte cada uno de sus anuncios con el intendente, que suma a su álbum, mes a mes, nuevas fotos con el líder último del peronismo de Córdoba. Y es que, al menos hasta el momento, el plan del intendente para posicionarse como líder de la renovación peronista en la provincia no difiere en nada del que lo llevó a la Intendencia. En rigor, tampoco difiere demasiado del que condujo al mismísimo Schiaretti a liderar -primero en tándem con José Manuel de la Sota, y luego en solitario- la Provincia.
Llaryora, como Schiaretti, se subió a la “mesa redonda” del PJ cordobés plantándose en una interna. Y a pesar de que ya cargaba con varias elecciones en su haber, logró su mayor triunfo electoral remolcado por un capital político ajeno -el de Juan Schiaretti- tal y como a éste le sucedió en 2007.
Ahora, desde la Intendencia de Córdoba, busca construir un capital político propio en la ciudad a partir de la gestión, tal y como Schiaretti lo hizo en sus primeras dos administraciones al frente de la provincia, cuya aprobación lo llevaron a cosechar un histórico resultado en las últimas elecciones superando con creces a la mejor de las performances del ex gobernador José Manuel de la Sota.
No debe extrañar, entonces, la reticencia del llaryorismo a hablar de política. No es que no quiera hacerlo, sino que siente que ya lo hizo. La hoja de ruta a la que el espacio apuesta para convertirse en “heredero” del peronismo de Córdoba demanda ahora que toda su concentración este puesta en la gestión y, como único norte -en términos estrictamente políticos- no alejarse de la huella que marca Schiaretti.
Desde luego, esto no implica que el intendente capitalino se prive de mantener relación con distintos funcionarios y operadores del Gobierno Nacional. De hecho lo hace. Pero buscando siempre dejar en claro, en cada detalle, que se trata de asuntos de gestión, de la defensa de los intereses de los vecinos, sin asumir compromisos de otra clase.
Sumado a la momentánea reconducción de la situación financiera de la ciudad, lograda principalmente mediante la limitación del gasto salarial, Llaryora cuenta con respaldo suficiente del Centro Cívico como para poder desoir los cantos de sirena que lleguen desde la Casa Rosada y, llegado el caso, aceptar lo que se conceda sin prendas que interfieran en su relación con la Provincia. Todo lo demás es, en Córdoba, apostar a perdedor.
La obra
El gobernador Juan Schiaretti, junto al ministro de Servicios Públicos, Fabián López; y al intendente de la ciudad de Córdoba, Martín Llaryora; dejó habilitada la Obra Rehabilitación Integral Canal Los Molinos – Córdoba.
“Esta es la estación de bombeo más grande del interior de Argentina, es parte del canal Los Molinos – Córdoba, y acabamos de ponerla en marcha, con una inversión de 150 millones de dólares, 14.500 millones de pesos a valor de hoy, que hicimos los cordobeses en varios años para garantizar al 30 por ciento de la población de la Ciudad de Córdoba que no le falte agua potable”, sostuvo el gobernador.
La obra ampliará la provisión de agua potable a la planta potabilizadora Los Molinos, beneficiando principalmente a los habitantes del sur de la ciudad de Córdoba. Además, permite proyectar en un futuro el abastecimiento con agua potable a más del 50% de la población de la capital cordobesa.
Para concretar se ejecutaron dos trabajos primordiales: el cruce del río Anisacate, etapa que presentaba inconvenientes a causa de la naturaleza de topografía fluvial que atraviesa, erosiones en el cauce y márgenes del río; y la ejecución de una nueva conducción entubada de los últimos 35 kilómetros del canal.
El inicio se encuentra unos 9 kilómetros al norte de la ciudad de Despeñaderos, y se extiende hasta la Planta Potabilizadora Los Molinos, ubicada en la zona de Bouwer.
Este conjunto de obras contempló la construcción de una estación de bombeo con una capacidad máxima de 4 m³/s con la previsión de una posible ampliación a 5 m³/s.