El gobernador Juan Schiaretti participó junto al presidente Alberto Fernández de la inauguración vía teleconferencia del hospital modular que construyó la Nación en el Polo Sanitario de la ciudad de Córdoba, y resaltó que la pandemia impone “trabajar juntos, más allá de lo que piense cada uno”.
A su turno, Alberto F. lo llamó “Gringo querido”, en un discurso donde reivindicó el dejar las diferencias políticas para otro momento, y dedicarse a proteger la salud y la vida de los argentinos. “En esto no tenemos que tener diferencias; ya tendremos tiempo de discutir las diferencias”, destacó el presidente desde Olivos, en un mensaje hacia adentro y hacia afuera de la coalición oficialista.
El gobernador de Córdoba y el presidente nunca se reunieron a solas y Schiaretti no integra el Frente de Todos, al menos hasta ahora, pero la relación Provincia-Nación es calificada de “muy buena” por ambos gobiernos. En el Panal admiten que desde la Nación cumplieron las promesas hechas a la provincia. Como contrapartida, el mandatario provincial brinda apoyo a AF por dos vías: parlamentario, través de sus cuatro diputados, e institucional, ya que su presencia como gobernador extra riñón legitima algunas cosas.
Sin embargo, y aunque el presidente suele decir que quiere reconstruir la relación con la sociedad cordobesa, y habitualmente destaca los aportes de Córdoba a la trama nacional, llamó la atención en círculos políticos (y obviamente jurídicos) la ausencia de referentes cordobeses en el grupo de once juristas elegidos por AF para asesorar en la reforma judicial.
El acto
En el acto por vía remota se inauguraron, además, el mega hospital René Favaloro, en La Matanza, y los hospitales modulares de Mar del Plata, y de las provincias de Santa Fe y de Chaco. Participaron cada uno desde sus territorios, el gobernador bonaerense, Axel Kicillof, el chaqueño Jorge Capitanich, el catamarqueño Raúl Jalil, y el santafesino Omar Perotti. También los intendentes de General Pueyrredón, Guillermo Montenegro y de La Matanza, Fernando Espinoza, donde estuvo el secretario de Obras Públicas, el cordobés Martin Gill, con quien el mandatario cordobés tiene frías relaciones. Salvo el macrista Montenegro, y Schiaretti, todos los participantes pertenecen al Frente de Todos.
Sin quitarse el barbijo, Schiaretti pronunció desde El Panal un agradecimiento al gobierno nacional por el establecimiento sanitario para pacientes de COVID-A19, que luego quedará integrado al sistema de salud provincial.
En su mensaje, estuvo lejos de la efusividad de sus pares y fue el único que no tiró expectativa con la pospandemia, sino que se instaló en el tema salud. De hecho, destacó el fortalecimiento de la salud pública como “obligación indelegable del Estado” en la emergencia sanitaria.
Schiaretti tiene afinidad con el santafesino Perotti, en el marco de la Región Centro, y por la historia similar de una posición crítica con el gobierno de Cristina Kirchner. El rafaelino no tiene posibilidad constitucional de reelección y el año próximo enfrenta elecciones provinciales de medio término. Ayer mencionó un futuro con “protocolo de producción y de empleo y no solo de salud”. Con Kicillof y con Capitanich, los dos que recordaron a la expresidenta como la primera factorem de los hospitales, el vínculo de Schiaretti es más distante.
“Quiero agradecer la construcción de este hospital modular en nuestra provincia, porque para nosotros, en una pandemia, es central fortalecer el sistema de salud pública que es una obligación indelegable del Estado. Y este hospital va en ese sentido”, sostuvo Schiaretti.
Schiaretti destacó como fundamental la responsabilidad social, que incluye el uso el barbijo, el distanciamiento social, y el cumplimiento de todas las recomendaciones de los sanitaristas. “Si fortalecemos, como lo venimos haciendo, el sistema de salud en sus diversos aspectos, si trabajamos juntos y si hay responsabilidad social, seguramente conseguiremos que esta pandemia golpee lo menos posible a los argentinos”, sostuvo.
Características del nuevo hospital modular
El nuevo hospital está ubicado al lado del hospital San Roque, en el Polo Sanitario de la Bajada Pucará. Cuenta con internado de seis grandes espacios para 70 camas, y núcleos sanitarios. Dos de estos espacios tienen capacidad para 22 camas críticas, las cuales se encuentran equipadas con sus respectivos monitores y respiradores. Otros dos espacios cuentan con capacidad para 26 camas con oxígeno y los restantes tienen capacidad para 22 camas comunes.
La capacidad total de atención del hospital San Roque permitirá poner en funcionamiento simultáneo 200 respiradores a la vez. Para esto, se efectuaron cambios y modificaciones edilicias, especialmente en la planta de gas y de oxígeno, según se informó oficialmente.
En el área central o de servicios del hospital modular, tiene un office de enfermería, sala de médicos, sala de datos, entre otros espacios. Cuenta con RX portátil con un digitalizador, ecógrafo portátil, máquina de hemodiálisis y electrocardiógrafos, que se encuentran conectados a la red de historia clínica digital Si Salud. Cuando se supere la pandemia del COVID, el hospital pasaría a integrar el sistema de salud de la provincia.