El negrista Diego Carasso y Diego Mestre celebraron anoche en la Casa Radical haber alcanzado la victoria en las elecciones internas por las presidencias de los comités Central y Capital, respectivamente. Pero sus rivales de Sumar, Rodrigo de Loredo y Javier Bee Sellares no reconocieron esos resultados porque aseguraban contar con otros números que ofrecían una oscilante paridad en el escrutinio. La Junta Electoral no dio datos oficiales todavía.
La información del grupo Convergencia -la alianza de mestristas, negristas y alfonsinistas- indicó que Carasso ganó con el 58 % de los votos, contra el 42 % de Rodrigo de Loredo, de Sumar –la coalición de deloredistas, angelocistas y ex mestristas. Para el Comité Capital, se anunció una diferencia de 400 votos a favor de Mestre.
La celebración oficialista en la Casa Radical fue muy limitada por las restricciones sanitarias. De todos modos, sirvió para la foto en la que aparecieron Mario Negri, como tutor de Carasso, y Ramón Mestre, de su hermano Diego. También participaron los otros socios de la coalición, los alfonsinistas Dante Rossi y Sergio Piguillem.
En el búnker de Sumar, en tanto, afirmaban que en la ciudad de Córdoba había una distancia que variaba en más y menos 100 para una y otra, alternativamente. Señalaban que faltaban datos en algunas seccionales donde la oposición había ganado, y que con un margen tan estrecho habrá que poner los ojos sobre las impugnaciones que pueda haber (habría doce exposiciones policiales). Respecto del escrutinio provincial, señalaban una ventaja de 500 votos en el total de los 25 departamentos del interior, por lo que una diferencia estrecha en Capital podía otorgarles la victoria. Entre los sumandos había mucha bronca y se escuchaban advertencias de que podría judicializarse el resultado.
A última hora Sumar dio a conocer un comunicado en el que expresó que “por el momento, nuestros cómputos nos arrojan una diferencia a nuestro favor importante en el interior”. “Todavía seguimos recibiendo actas de circuitos que pueden ser finalmente dirimentes en la diferencia”, continuó.
“La Junta Electoral oficialista, la misma que intentó proscribirnos, no ha publicado ni da a conocer ninguna información oficial, ninguna carga de actas ni de resultados en los departamentos ni en los circuitos. El oficialismo partidario ha sido el responsable de todo este proceso, por eso le pedimos que si se autoadjudican un triunfo, que a nosotros no nos consta, que publiquen algún dato oficial”, enfatizó. “Cierto es que Mestre y Negri pretendían un resultado aplastante, por el manejo durante décadas de las estructuras del partido. Es absolutamente irresponsable cuando sus propios cómputos arrojan diferencias de más menos 1 % de los votos, no actuar con la seriedad debida”, manifestó.
Finalmente, el texto señaló que “desde Sumar comunicaremos los resultados con la seriedad y precisión con la que siempre nos hemos manejado en este proceso, porque forma parte de los valores que queremos representar hacia la sociedad”.
El presidente de la Línea Córdoba, uno de los referentes de Sumar, Javier Fabre, advirtió que “los mismos de siempre quisieron proscribir a Sumar y dijeron que no cumplíamos con los requisitos para competir, y acto seguido la Justicia los desmintió”. “Hoy, los mismos de siempre dicen que ganaron sin tener un solo dato oficial”, agregó. Y reclamó: “Sean serios una sola vez”.
La Justicia Electoral ha estado muy presente en este proceso interno, con fallos que revirtieron decisiones muy polémicas de la Junta Electoral partidaria. El juez Ricardo Bustos Fierro podría seguir teniendo trabajo en los próximos días.
Convergencia obtuvo amplias ventajas en los departamentos General San Martín, Cruz del Eje, Ischilín, Marcos Juárez, Juárez Celman y Unión, mientras que Sumar ganó en forma generosa en Colón y Tercero Arriba.
Alrededor de las 21.30, Diego Mestre dijo a Alfil que el resultado ya era “irreversible”, y calculó la diferencia en unos 600 votos a su favor.
Mestre destacó que la participación “ha sido buena porque el contexto fue malo”. Contó que “íbamos a buscar gente para llevarla a votar y nos decían que no querían ir por miedo al Covid”.
“Ahora tenemos que trabajar todos juntos para unir al radicalismo, y por eso voy a convocar a todos para trabajar sin distinción de núcleos y sin personalismos”, prometió.
Mestre llamó a hacer “un trabajo de campo, para que, con un radicalismo callejero, podamos unir, fortalecer y visibilizar al partido”.
Aunque no reconoció estar anotado en la línea por la candidatura a intendente 2023, dedicó unas cuántas críticas a la gestión del peronista Martín Llaryora, sucesor de su hermano Ramón, y convocó a formar equipos técnicos para “generar las propuestas que devuelvan al radicalismo confianza y credibilidad para ganar el ‘21 y, fundamentalmente, para gobernar otra vez la provincia y la ciudad”. El de Llaryora, dijo, es “un gobierno municipal a la deriva que no ha mejorado ningún servicio, y que solo ha incrementado la planta de personal”.
“Tenemos que ser serios en el rol de oposición, y para eso hay que unir los bloques en el Concejo”, donde hay radicales en tres bancadas distintas.
Gait y el misterio
El tercer protagonista de la interna provincial ha sido Juan Gait, del núcleo Córdoba con Todos, quien finalmente no participó de la elección porque la Junta partidaria concluyó que no había reunido los avales políticos suficientes. Gait nunca aceptó esa decisión y llamó a la abstención para tratar de que vote menos del 10 por ciento del padrón de afiliados, lo cual habría vuelto nula la elección.
Ayer, temprano, jugando con el misterio, sostuvo que tiene en su poder el audio de un “altísimo referente de la Unión Cívica Radical de Córdoba y de la UCR nacional pidiendo por teléfono que se aumenten 100 votos, volcando padrón, en cada circuito, para que se alcance el porcentaje”. “Lo tenemos grabado con su inconfundible voz”, alertó. “Vamos a demostrar lo fraudulento e hipócrita que son. Habrá denuncia”, anticipó Gait.