Aunque faltan muchos detalles por definir, las diversas fuentes consultadas indican que es un hecho que Carlos Caserio será Ministro de Transporte en el gabinete de Alberto Fernández. Entre hoy y mañana, luego de la reunión que tendrá con los senadores del bloque Justicialista que todavía preside, Caserio informará públicamente la decisión. Uno de los pedidos que le hizo el presidente electo fue que conversara con “sus” legisladores para abroquelar el nuevo bloque único del oficialismo en Senado, que estaría bajo el comando del formoseño José Mayans por decisión de Cristina Kirchner. Antes de todo esto, habría una charla cara a cara del punillense con Alberto Fernández para cerrar los detalles del acuerdo. Transporte es un lugar extremadamente amplio y complejo por las áreas que abarca, el presupuesto que maneja, y la gran diversidad de gremios vinculados. Un “paquetazo” definió un peronista que sigue de cerca las negociaciones.
Una de las cuestiones a definir es si el senador del peronismo cordobés renuncia o pide licencia en su cargo, que tiene vigencia hasta 2021. Si dimite, la banca por Córdoba sería ocupada por la segunda de la lista, Amelia López, actual Defensora de los Niños, Niñas y Adolescentes de la Provincia, ex diputada y ex ministra de Educación de la Provincia durante el gobierno de José Manuel de la Sota. Casi todas las fuentes indican que López sería la sucesora de Caserio en el Senado, claro que dependiendo de un acuerdo con el gobernador Juan Schiaretti, a quien al funcionaria responde.
Pero si la Justicia Electoral nacional de Córdoba aplica el criterio de reemplazar varón por varón y mujer por mujer, vigente desde la ley de Paridad de Género de 2017, la banca sería para el suplente Juan Grosso, dirigente vinculado a Adriana Nazario y actual vocal del directorio de la Epec. Es poco probable que eso suceda, pero es una puerta que está abierta.
En todo caso, siempre será ganancia para el mandatario provincial, que desde el distanciamiento con Caserio no tiene representante en el Senado de la Nación, pese a su condición de gobernador del segundo distrito electoral del país y al fabuloso caudal de votos personales que ostenta. López (también Grosso) respondería a la estrategia del gobierno provincial y los dos serían votos afines a las necesidades del Centro Cívico. En cuanto al vínculo con Cristina, ambos han sido críticos a la expresidenta, a tono con la posición del peronismo cordobés. Sin embargo, aun perdiendo el voto de Caserio, el nuevo oficialismo nacional no sufriría el impacto numérico.
No sería el mismo panorama si Caserio pide licencia en el cargo, ya que en este caso el lugar se “congelaría” y no se cubriría, a diferencia del procedimiento en la Legislatura de Córdoba. Si esto sucede, el PJ cordobés se quedaría sin la banca por la minoría en la cámara alta y Córdoba solo contaría con la representación por mayoría de Cambiemos, con los senadores Ernesto Martínez y Laura Rodríguez Machaco en el Senado. Esta hipótesis es esgrimida por quienes descreen de la posibilidad de que Caserio renuncie al Senado, pese a que su opción en este escenario sería permanecer como senador raso.
En Diputados también se da un escenario de cambios para la representación del PJ cordobés. El próximo 4 de diciembre asumirá como diputado el actual legislador provincial Carlos Gutiérrez, que se convertiría en el presidente del bloque Córdoba Federal, donde se sentarán los cuatro representantes de Hacemos por Córdoba. Está confirmado que Alejandra Vigo se queda en el Parlamento (es legisladora provincial electa) como espada de Schiaretti en Buenos Aires. A ellos se suman Paulo Cassinerio, que igual que Vigo tiene mandato hasta 2021, y un cuarto diputado o diputado que sería la riocuartense Claudia Márquez o el villamariense Héctor Muñoz. Uno de los dos irá a la Cámara baja para ocupar el lugar que dejará el futuro intendente de Córdoba, Martin Llayroyra, quien la semana pasada renunció a su banca en Diputados.
El primer reemplazo de Llaryora es el nuevo viceintendente Daniel Passerini que, al también debería renunciar (no pedir licencia) para habilitar que se cubra esa banca. Aunque aun no lo hizo, el dirigente delasotista ya ha dicho que ejercerá el cargo de titular del Concejo Deliberante de la ciudad de Córdoba.
La ley de Paridad de Género en el Congreso sancionada en noviembre de 2017 establece que las listas legislativas de ambas cámaras deben armarse ubicando de manera intercalada a mujeres y varones desde el primero al último de los candidatos. También indica que los reemplazos por renuncia o fallecimiento se hacen respetando la paridad: mujer reemplaza a mujer y varón a varón.
En el caso de los diputados del PJ cordobés, quien sigue a Passerini es la mencionada Márquez, cercana al intendente riocuartense Juan Manuel Llamosas, de cuyo gobierno es coordinadora del Consejo contra la violencia de Género. La funcionaria ya se da por asumida y se expidió en contra de la legalización del aborto en caso de que le toque participar del debate, según consignó el diario digital Textual, de Río Cuarto.
Según fuentes del PJ, Márquez asumiría si la Justicia Electoral impone el criterio de la secuencia, anterior a la actual ley electoral. En cambio, si se impone el criterio de la paridad de género, le tocaría a asumir a Muñoz (varón por varón), actual funcionario del intendente de Villa María, Martín Gill. Si bien Muñoz, como Gill, es cercano al presidente electo Alberto Fernández, en el Centro Cívico aseguran que, llegado el caso, jugaría dentro del bloque Córdoba Federal.
Las mismas fuentes que admiten que las vacancias en ambas cámaras se resolverán de acuerdo a lo que indica la Justicia electoral federal, pero que en última instancia, hay que observar las necesidades políticas de Schiaretti, en un momento de altísimas definiciones políticas vinculadas a la relación con Alberto Fernández y a inminente gobierno.