¡Aquí no hay quien duerma!

Raúl Grosso: “Vendí mi casa en Poeta Lugones y vine a Salsipuedes buscando un lugar más `tranqui´. Compré el terreno y construí mi casa al lado de un salón de té. Justo cuando terminé mi casa y me mudé, el `salón de Té´ se convirtió en `Salón de Fiestas´. Durante un par de años era imposible dormir, viernes, sábado y domingos (más de un sábado me volvía a Córdoba a dormir a la casa de mis viejos o mis suegros), pero parece que el servicio que brindan es malísimo y el costo muy alto y cada vez son menos las fiestas que se hacen. Cómo anécdota, me divertí mucho en una fiestita de música tecno, cuando a las 7, 8 y 9 de la mañana (por supuesto que después de no poder dormir con ese ritmo espantoso -aguante La Mona-) los nenes con los nenes y las nenas con las nenas hicieron de todo dados vueltas por la droga. La Municipalidad, bien gracias”.

Alfa Pampa: fabrica más de un millón de alfajores por mes y quiere seguir creciendo (facturación proyectada: $ 4.000 millones en 2026)

En un país donde el alfajor es mucho más que “un producto”, lograr diferenciarse parece una tarea titánica. Sin embargo, desde una planta bonaerense y sin grandes campañas de marketing, Alfa Pampa consiguió construir una marca con alcance nacional, presencia internacional y una premisa clara: competir en calidad sin entrar en la carrera del alfajor más barato.