Como dice Mario Pereyra... ¡qué difícil que es ser feliz!
María Zabala: “Todos los días camino por el `veredón´ de Yrigoyen para ir al trabajo. Realmente -como opinó la mayoría- no se justificaba tal magnitud de vereda por el caudal de gente que lo transita. Por otra parte, para los vehículos se ha complicado el tránsito, sobre todo teniendo en cuenta que cuando finalice la obra, no se podrá estacionar más a 45º. Por último, ya que se hacía esta obra de magnitud, ¿por qué no dejar las plazoletas con algo de césped? Una lástima para los que caminan a lo largo de la Yrigoyen, que podrían apreciar algo de verde...”.
Sobre la rambla cordobesa: gente en contra y a favor, aquí.