Otro caso -no conocido- de cómo funciona “la máquina de impedir”
Eduardo Rolando: "Los casos mencionados de Roggio con el Parque Las Heras y de Bugliotti con la Terminal no son los únicos de este tipo de iniciativas, frenadas como siempre por la ‘Máquina de Impedir’ que es la Municipalidad. Parece que su lema fuese: ‘ya que yo soy incapaz de hacer nada, tampoco voy a dejar que vos hagas algo’. El caso que relato, y tengo pruebas, fue hace unos 2 años, y se refiere a una propuesta de remodelación y puesta en valor de la Plaza Rivadavia de Alta Córdoba, que incluía una solución jerarquizada en su fuente y monumento central (obra de Lola Mora). Durante varios meses una Empresa Constructora de Córdoba -cuyo nombre me reservo-, en colaboración con una Asociación Vecinal de Alta Córdoba -cuyo nombre también me reservo-, enviaron y presentaron notas y anteproyectos a la Dirección de Espacios Verdes, ofreciendo hacer la obra, sin costo alguno para la Municipalidad, ni tampoco exención, beneficio ni contraprestación alguna, pidiéndole a la misma sólo que apruebe o modifique la propuesta, y que la autorice. Fueron tantas las ‘piedras’ y peros que se pedían por parte de la Municipalidad, que terminamos cansándonos y no insistiendo más. Siendo que la reacción debería haber sido que ellos demostraran ‘interés’ en que alguien haga algo y gratis por el bien de la ciudad, y con las directivas y normas que ellos impusieran. Parecería que les molestábamos cada vez que íbamos a esa Dirección, parece que les íbamos a romper la paz con que ‘trabajaba’ en esa oficina. Nos ganaron por cansancio. ¡Parece mentira que cueste tanto donar y hacer un bien por la ciudad!”.
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