Rasti para armar y desarmar (ayer y hoy)
Marcelo Ferreyra: “No sólo jugué con Rasti, sino que todavía conservo una caja con muchas piezas y hasta un motor. Ya lo usaron mis hijos y quizás pronto mis nietos”.
Matías Toledo: “Por supuesto que jugué con Rasti toda mi infancia. Grúas, aviones, autos, casas, castillos... qué no hacíamos con los Rastis. Me parece una forma muy sana de jugar. Sin dudarlo me los volvería a comprar si no fuera por los precios que tienen”.
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