Sigue el debate sobre la demolición de edificios históricos…
Santiago Crespo: “Sí, el patrimonio es de todos, excepto cuando sos el dueño de una casa gigantesca, los impuestos te matan y no podés mantenerla ni venderla ya que sino se puede refaccionar, modificar ni demoler, no tiene valor inmobiliario. Creo que la conservación de los edificios históricos que están en manos privadas debería pasar a manos públicas, mediante expropiaciones claras y coherentes, a precios reales de mercado, ¡que por otra parte deberíamos pagar entre todos!”.