Una interpelación al Camarada Biain
Alejandro: “Íñigo... ¿te estás contagiando del vocabulario setentista? ¿`amigos ricachones´; `fuerte impuesto a la herencia´;`eternizar la propia fortuna de manera poco productiva´? Me parece que más que buscar mecanismos de redistribución, estos niños economistas lo único que logran es alimentar la voracidad fiscal, disfrazándola con argumentos de equidad y federalismo. Creo que lo que necesitamos es incentivar la producción, disminuir la desmesurada presión tributaria de nuestro país y permitir a quienes pueden invertir obtener una rentabilidad atractiva. ¿Cuántas veces seguiremos teniendo que explicar que ganar dinero no es pecado?" (NdelE: no tendré que ser yo quien aclare que ganar dinero no es pecado, ¿verdad? Pero también hay que admitir que en la lucha por desigualdad nosotros -como parte de clase que mejor está y tan vecinos a los dirigentes- tenemos muchas materias pendientes. Algunos creerán en el “derrame” y otros pensarán distinto. Yo digo: distribuir el ingreso no alcanza para ir más rápido contra la desigualdad y hay que distribuir (un poco, no se asusten) la riqueza. Y para ello -opino- un impuesto a la herencia es una herramienta interesante. Claro que no pienso en que se deba gravar la “casa del nono”, sino aquellas herencia superiores ¿al millón de dólares?).
Sigamos debatiendo este tema aquí.