Para Idesa, “la situación que prevalece en la mayoría de los hospitales públicos es la ausencia de controles efectivos sobre ausentismo y cumplimiento de horarios. De allí que no se sabe cuál es la producción de cada profesional. En una medición puntual en los hospitales públicos de una provincia se llegó a detectar que cada profesional ponía a disposición sólo 8 turnos por mes, que se reducían luego a 4 por cancelaciones debido a asistencia a congresos médicos o inasistencias justificadas. Planteado de otra manera, si la infraestructura hospitalaria se usara plenamente y los empleados cumplieran con la dedicación horaria fijada en sus contratos, la oferta de servicios que los hospitales públicos pondrían a disposición sería muy superior a la que podrían llegar a demandar las personas sin cobertura de un seguro de salud”.
Para mejorar la atención de la gente sin cobertura de seguro es crucial revertir el ambiente de desmotivación y descontrol que prevalece en los hospitales públicos. Por eso, mucho más importante que invertir en infraestructura y equipamiento médico es destinar recursos y esfuerzos de gestión a cambiar los comportamientos del personal. En particular, es fundamental que las remuneraciones premien la dedicación y los controles mitiguen la falta de compromise, explica el informe de Idesa.
En salud pública, 8 de cada 10 pesos se va en salaries (la mirada de Idesa)
La administración de los hospitales públicos presenta ciertas peculiaridades. Si bien no se dispone de información agregada sobre el universo de todas las instituciones, con datos de algunos presupuestos provinciales se observa que:
- El 82% del presupuesto de hospitales se destina al pago de personal.
- El 16% se destina al pago de insumos.
- El 2% se destina a inversiones.