Esta investigación estuvo basada en una encuesta a 250 ejecutivos realizada durante junio y julio de 2024. Las empresas tienen su sede en los EE. UU. y trabajan para otras que han trasladado algunas de sus operaciones de cadena de suministro a la región americana durante los últimos cinco años, lo están haciendo actualmente, o planean hacerlo en el futuro cercano. Todas las compañias consultadas tienen ingresos anuales de al menos 1.000 millones de dólares con operaciones en los sectores de manufacturas industriales; bienes de consumo envasados; automotrices; cuidado de la salud; tecnología; retail; agricultura; logística y distribución; productos farmacéuticos y ciencias biológicas; transporte; telecomunicaciones, medios y entretenimiento; energía y servicios públicos (incluidos petróleo y gas, energía, productos químicos y energías renovables); y aeroespacial y defensa.
Las cadenas de suministro globalizadas han demostrado ser más vulnerables a la disrupción, el 76 % de los encuestados afirmó que por ello está impulsando a las empresas a acercar sus cadenas de suministro para servir mejor al mercado estadounidense. El objetivo es reducir los plazos de entrega, diversificar la oferta, maximizar el acceso al talento y minimizar el riesgo. Sucede que la fragilidad de una cadena de suministro puede debilitar el ecosistema empresarial y exacerbar las presiones inflacionarias globales. En ese sentido, el 61% de los ejecutivos informaron que la volatilidad del entorno comercial global los está obligando a reenfocarse en el abastecimiento y la distribución regional y nacional, poniendo de relieve la urgencia por equilibrar las necesidades críticas de la cadena de suministro.
Por su parte, el 55 % de los consultados, con cadenas de suministro de alto rendimiento, también reconocen la importancia de hacer seguimiento al panorama fiscal y regulatorio. Una mentalidad que priorice los impuestos resulta crucial para una gestión eficiente de la cadena. Esto quedó evidenciado por el 53% de las respuestas que afirmaron que los reguladores y autoridades fiscales tienen una influencia significativa en la toma de decisiones de “strategic shoring”. Al integrar estrategias fiscales en las primeras etapas del proceso, las empresas pueden mejorar el ahorro y la eficiencia en el flujo de efectivo, asegurando una ventaja competitiva y un proceso exitoso.
El informe destaca las tendencias y desafíos relacionados con el "strategic shoring” para aquellos que han remodelado sus cadenas o planean trasladar sus operaciones a las Américas. Para Jean-Pierre Trouillot, Asesor Regional Líder de KPMG Americas, “los ejecutivos están reevaluando sus supuestos en materia de cadenas de suministro, enfocándose principalmente en el abastecimiento y la distribución regional y nacional para mitigar la incertidumbre geopolítica y económica. Las empresas ven en el strategic shoring una forma de mejorar la resiliencia en el suministro y la agilidad operativa, ofreciéndoles los beneficios de la proximidad y, al mismo tiempo, considerando el atractivo de la rentabilidad y el acceso a los recursos”.
El 76% de los encuestados está priorizando las acciones inmediatas de “strategic shoring”. Se espera que la participación de la región americana en las cadenas de suministro que abastecen a los EE. UU. aumente en un 16 %. Asimismo, el número promedio de ubicaciones involucradas en una cadena de suministro disminuirá un 11 % en los próximos tres años en la región. Mary Rollman, directora y líder de Cadenas de Suministro de KPMG USA explica que “es importante que las empresas cuestionen y reevalúen los factores y supuestos que impulsan sus decisiones en materia de cadenas de suministro, para lograr el equilibrio adecuado entre eficiencia en costos, flexibilidad y sostenibilidad". Otros datos de la muestra señalan lo siguiente:
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El 73% de los ejecutivos dice que su empresa ha aumentado la eficiencia en costos de su cadena de suministro mediante “strategic shoring”, mejorando su desempeño operativo y financiero.
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Si bien continúa siendo el factor más importante en la evaluación de estrategias para la cadena de suministro, el costo ha disminuido su importancia en los últimos dos años. En tanto, factores menos tangibles, como la velocidad, flexibilidad y sostenibilidad han ganado relevancia, lo que indica una tendencia a disponer de cadenas mejor preparadas a los impactos y con mayor control.
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El 71% de los ejecutivos dice que el “strategic shoring” ayudará a reducir la huella de carbono asociada a los productos, lo que tendrá un impacto positivo en los esfuerzos de sostenibilidad.
En cuanto a la importancia de los impuestos, datos y análisis como capacidades relevantes para impulsar las estrategias de abastecimiento, Doug Zuvich, socio gerente regional de Impuestos y Asuntos Legales para América Latina de KPMG Americas, y líder de la práctica global de Servicios Comerciales y Aduaneros dice: “Las empresas no siempre consideran los impuestos como parte de su evaluación estratégica general de costos. Esto puede ser un gran error. Al adoptar un enfoque de pensamiento integral y conectado, los ejecutivos pueden comprender mejor cómo interactúan los diferentes factores para mejorar las decisiones relacionadas a la cadena de suministro”.
Más del 50 % por ciento de los ejecutivos reconoce que las capacidades en materia de impuestos y regulaciones son críticas para el “strategic shoring”. El 53% dice que los reguladores y autoridades fiscales tienen una influencia significativa en las decisiones estratégicas de “strategic shoring” (solo superados por los accionistas, con un 56%); y el 43% identificó a las capacidades de los datos y sus análisis como las más importantes para impulsar las estrategias de abastecimiento.
Hay que tener en cuenta que una cadena de suministro regional contribuye a un entorno macroeconómico más estable y sólido. Meagan Schoenberger, economista senior de KPMG USA explica que “una futura interrupción en la cadena de suministro conlleva el riesgo de un aumento en la inflación y, en consecuencia, un posible incremento de las tasas de interés. Ello puede afectarnos a todos". En este sentido, el 61% de los ejecutivos dice que la volatilidad del entorno comercial global está obligando a las empresas a centrarse más en el abastecimiento y la distribución regional y nacional. Y la resiliencia y rapidez en la comercialización son los objetivos dominantes que empujan a las empresas hacia el “nearshore”, según el 55% de los encuestados. Por último, la mayoría (75%) de los ejecutivos dice que su empresa ha utilizado con éxito el “strategic shoring” para aumentar la resiliencia en su cadena de suministro. -