Aquel día de 1964, el presidente Arturo Illia firmó un decreto presidencial destinando sus fondos reservados de la presidencia para la construcción de una planta fraccionadora de plasma en la Universidad Nacional de Córdoba. Con el paso de los años se convirtió en la mayor y más moderna planta productora de medicamentos derivados del plasma humano de Sudamérica.
Actualmente también elabora fármacos inyectables de bajo volumen de uso hospitalario, y procesa tejidos óseos de aplicación terapéutica en odontología y traumatología.
Este nuevo aniversario encuentra al laboratorio universitario con una mayor presencia en el mercado nacional con la reciente aprobación de dos nuevos productos de la línea de fármacos inyectables por parte de Anmat.
A día de hoy siguen afrontando nuevos desafíos con la puesta en marcha de una propuesta de capacitación destinada especialmente a los recursos humanos de la industria farmacéutica: la Diplomatura en Producción Industrial de Medicamentos, organizada y dictada por profesionales del propio laboratorio.
Además, recientemente la Cámara de Diputados de la Nación dio media sanción al proyecto de ley, impulsado por este laboratorio, para declarar el 21 de mayo como Día Nacional del Donante Voluntario de Plasma.