En lo que constituye un cambio de paradigma para la UNC, el Consejo Superior aprobó la creación de una figura jurídica destinada a facilitar la vinculación con sectores productivos y sociales. La iniciativa se inscribe dentro de las líneas prioritarias trazadas por la actual gestión rectoral: la apertura al medio y la transferencia de conocimientos.
El proyecto –que demandó más de un año de trabajo– es impulsado por las secretarías de Innovación y Vinculación Tecnológica, Gestión Institucional y Ciencia y Tecnología de la UNC. Apunta a proporcionar agilidad administrativa y prevé ofrecer un extenso abanico de posibilidades de inversión, donación o financiamiento de las iniciativas incubadas en la Casa de Trejo.
El propósito último del nuevo esquema, según detalla su fundamentación, es potenciar la generación de valor en el entramado socio-productivo de la región, incrementar el nivel de empleo de calidad, retener talentos calificados, aumentar las exportaciones y cambiar la matriz productiva.
Para ello, la UNC aportará toda su expertise en el campo de la ciencia, la tecnología y la cultura, ya sea a través de proyectos puntuales o acciones concretas. Por otra parte, se espera que la nueva configuración no solo permita acelerar los emprendimientos de base científico, tecnológica y social, sino que promueva la generación de capital emprendedor y permita contar con capital de riesgo para impulsar distintas propuestas.
Este nuevo espacio toma como antecedente una experiencia similar de la Universidad Nacional del Litoral, una de las casas de estudio públicas con mayor tradición en el campo de la vinculación tecnológica. En esa línea, la iniciativa de la UNC prevé la constitución de una sociedad anónima unipersonal (SAU), que trabajará bajo una conducción regida por buenas prácticas de transparencia y rendición de cuentas.
La elección de esta figura obedece, principalmente, a que habilita el acompañamiento en la creación de empresas de base tecnológica, algo para lo que no existía hasta el momento un esquema apropiado en la UNC, en virtud de que ello no se encuentra dentro de la misión que fijan sus estatutos. Este tipo de sociedad aporta, además, una gran versatilidad en materia de gestión de fondos.
Entre sus tareas, la SAU promoverá la colaboración interdisciplinaria y la innovación tecnológica, acelerará emprendimientos y apoyará actividades culturales. No solo participará en empresas estratégicas, sino que gestionará fondos de terceros y brindará servicios de consultoría, dirección y gestión de proyectos. Actuará, además, como fiduciaria y administradora de fondos de inversión.
En la mirada de Santiago Palma, secretario de Innovación y Vinculación Tecnológica, con la nueva estructura organizativa, la “universidad se pone de cara a paradigmas modernos en la transferencia de conocimientos”. Advirtió que en la actualidad existen dificultades para valorizar lo creado y en muchas ocasiones son los fondos privados quienes terminan beneficiándose de las empresas creadas en el Conicet y en las universidades. “Tener una SAU, permitirá capitalizar esos esfuerzos y será una herramienta muy importante para defender el capital humano y económico de la universidad”, subrayó.