Una nueva utilización para las cáscaras de maní.
Además de su uso como combustible para calderas, la gente del Centro Experimental de Vivienda Económica (Ceve), que pertenece al Conicet, encontró una nueva utilidad para las cáscaras de maní: ligándolas con resinas poliéster obtienen un material liviano, poroso y rígido para la elaboración de placas de cielorraso. El producto final son paneles (foto) de 43 cm. de ancho, 160 cm. de largo y 4.5 cm. de espesor. Si bien todavía faltan algunas pruebas finales para poder considerarlo un nuevo material de construcción, lo cierto es que en los análisis comparativos de resultados se demostraron buenas propiedades de aislación térmica y liviandad en relación a materiales similares usados habitualmente como cielorrasos de techo. “La alternativa propone un destino sustentable a un residuo sobreabundante en la región que hasta el momento no tiene una disposición final adecuada”, concluyen desde el Ceve.