La Carrera de Publicidad del Colegio Universitario IES junto a ACAP continúan su ciclo de entrevistas y notas a profesionales de la publicidad, un espacio para compartir las diferentes miras que tienen las agencias sobre la comunicación y las marcas.
En esta edición nos ponemos la blanca y celeste y salimos a la cancha con un jugadora de la comunicación en Córdoba: Ailiñ Correa Perelmuter, Directora de cuentas en 25Watts. Nos muestra su mirada sobre esta época mundialista.
Mundialmente ignorada
Desde chica este fenómeno marcaba hitos. Me acuerdo en Italia 90 en la final de Argentina contra Alemania, yo intentaba convencer a mi madre que se apure para llevarme al pediatra y ella me respondió cálida y pacientemente un "Ailiñ está jugando argentina, nadie va a estar en el consultorio. Tenemos que esperar que termine el partido".
O la frustración provocada por no tener el don de hacer sonar la vuvuzela en África 2010.
El fervor de la final que nos robaron en Brasil 2014.
Del mundial 2006 por ejemplo no me acuerdo nada. Es más, acabo de googlear que fue en Alemania.
Pero fíjate vos, que si me acuerdo de la publi que CTI lanzó en ese mundial.
Lo cierto es que lo mismo me sucedía con las publicidades. ¡Fueron icónicas! Las esperaba, me gustaban, algunas me divertían, otras me emocionaban.
La nostalgia llama mi puerta
Revisando un poco el archivo de la memoria y otro poco con la maravilla del YouTube, es que hice un raleo de viejas publicidades de mundiales en grandes marcas o marcas grandes, que no es lo mismo, más de una hoy estarían siendo sometidas bajo las políticas de cancelación, como muchas de otras miles de piezas.
"Gol, gol, gol, en tu cabeza hay un gol", si se me habrá pegado en mis adolescentes 14 años. En su momento me emocioné con la de TyC para Sudáfrica 2010, ¿O la jugadisima acción del gerente de mkt de Noblex en Rusia 2018? Quisiera haber metido ese gol.
Lo que nunca me había pasado fue verme, vernos, en un spot mundialista. Hasta este Qatar parecía que antes del 2022 las mujeres no hubiéramos tocado una pelota, no jugábamos al fútbol, ni fuimos hinchas, no íbamos a la cancha. Se sorprenderían al saber que en 1920 llenábamos estadios en campeonatos femeninos de fútbol en Gran Bretaña o que en el mundial de México del 71 con la camiseta argentina Elva Selva hizo un Hard trick contra Inglaterra en un estadio que la aplaudió y ovacionó de pie cada uno de los goles.
Fue como una premonición de una revancha histórica, aunque silenciosa e invisible. Es que sí, la representatividad importa.
Vamos a los bifes
Este ejercicio siempre tiene que tener en cuenta que el contexto ilustra y es importante analizarlas dentro del mismo. Este caso no le fue indiferente y es que nada fue azaroso. Es innegable que la existencia de la cuarta ola trajo muchos temas en agenda como lo fue la semi profesionalización del fútbol femenino en Argentina, o las canchas llenas de espectadores en las finales del mundial Francia 2019. ¿Mencioné los partidos de ascenso de AFA de este año que fueron celebrados con el cupo casi completo en los estadios de la bombonera o en nuestro gigante de Alberdi?
Si bien nos queda un largo, larguísimo, camino para recorrer en materia de representatividad y no caer en un pinkwashing futbolero, hoy vemos spots en que las mujeres vamos apareciendo. No negaremos la ausencia de disidencias y la existencia de patrones hegemónicos representándonos.
Desde la organización latinoamericana Grow género y trabajo, se analizaron 45 publicidades detectando que salvo algunas excepciones, los varones cis y heterosexuales siguen siendo mayoría y protagonistas. Las apariciones de mujeres suelen ser secundarias y a veces ni siquiera hablan y solo en 1 de las 45, hay una mujer jugando al fútbol.
Pero en fin, hoy estamos. ¡Existimos, Vamos a Argentina!
Nota: les comparto el Instagram de un colectivo iberoamericano de fotógrafas que realizaron el proyecto de Hinchas reales, cuerpos reales, que busca visibilizar la pasión de mujeres y disidencias hinchas de clubes de fútbol: https://www.instagram.com/cuerpasreales_hinchasreales/
PH: Geo Gonzalez.