Desde el mes de enero y hasta finales del mes de septiembre, las cuadrillas realizaron 8.346 desobstrucciones, un promedio de 30 intervenciones diarias.
A pesar de la pandemia por COVID-19, que impactó en el personal del área, el Departamento de Mantenimiento de Redes mantuvo un nivel de trabajo prácticamente paralelo al del año pasado.
Del total de trabajos, tan solo el 20% se deben a roturas por la antigüedad del sistema cloacal. El resto, alrededor del 80%, tienen su causa en vandalizaciones, como el hurto de las tapas de boca de registro y mal uso en el hogar, lo que implica arrojo de residuos y objetos tanto sólidos como líquidos.
Desde el Departamento de Mantenimiento de Redes indicaron que diariamente se descubren elementos indebidos en las cañerías, como grasas, apósitos, áridos, huesos, animales, cubiertas y restos de electrodomésticos, que dificultan su normal funcionamiento.
A pesar de que la mayoría de los trabajos solo requieren camiones desobstructores para solucionar la problemática, algunos casos implican la reconstrucción de los conductos rotos causados por la presión de los líquidos y objetos arrojados, o por la imposibilidad de removerlos.
En este sentido, desde el mes de marzo las cuadrillas reemplazaron 424 metros de vetustas cañerías por nuevas de PVC en trabajos de desobstrucción de la red.
Dichas intervenciones requieren además tareas de investigación para identificar la obstrucción, conocer el estado de las cañerías, apertura y movimiento de suelo, reemplazo de la red existente por una nueva y posterior compactación. En los últimos siete meses se removieron 1.477 metros cúbicos de suelo exclusivamente en estas tareas.
Otro de los mayores inconvenientes en el sistema cloacal, especialmente en invierno, es la solidificación de aceites y grasas que se acumulan en las cañerías, particularmente en zonas gastronómicas, lavaderos de autos y ropa y talleres metalmecánicos que presentan faltante de graseras o cámaras de muestreo.