martes 24 de noviembre | 2009
Antigua (Caribe)
(Especial El Galeón) Existen ínfimos rincones del mundo para desaparecer por unos días. El conjunto de Leward Islands es uno de ellos y vale la pena hacer realidad la fantasía.
Fotografías: gentileza Antigua and Barbuda Ministry of Tourism.
Cuando el pequeño avión abrió su puerta, luego de pocos minutos de viaje desde St. Maarten, el calor apareció casi de manera instantánea, apoderándose de todo. Sentía curiosidad por ese pequeño conjunto de Islas denominadas Leward, que incluyen no sólo a Antigua sino también a Barbuda y Redonda, nombres simpáticos que los ingleses ya por el siglo 18 consideraban un destino turístico para sus clases altas.
En sus pequeños puertos, los guerreros ingleses del Caribe encontraban la tranquilidad suficiente para retomar fuerzas. La costa, que siempre presentó dificultades de navegación, ahora es una meca de marinos y amateurs que llegan a practicar todo tipo de deportes acuáticos. Los corales bajo la superficie, que en otra época eran enemigos de las embarcaciones, resultan un paraíso para los buceadores y amantes del snorkel.
Ya había leído parte de la historia cuando llegamos al hotel. Abrí la cortina de la ventana y me encontré con la más famosa playa de Antigua, Dickenson Bay. La gran villa caribeña está rodeada de selvas tropicales y jardines. Las arenas blancas son consideradas un santuario marino varias veces premiado con el Five Star Diamond Award.
La Isla tiene apenas 280 km2 y cuenta con un contorno irregular de ensenadas y bahías. Dickenson es una de sus 365 playas. El entorno del hotel se choca con el resto del terreno, seco y pedregoso, a causa de las constantes plantaciones de azúcar hasta donde llevaban a miles de esclavos negros a trabajar. Ellos son los pobladores mayoritarios de los pequeños pueblitos a lo largo de la costa con casitas de maderas en colores vivos.
Aún hoy se pueden ver algunas ruinas británicas a pesar de que el Gobierno de la Isla es independiente.
Las más destacables son las de Shirley Heights -en el Nelson´s Dockyard National Park- y hasta allí llegamos en nuestro segundo día de visita, después de una noche de descanso.
Historias en el aire
Antigua es como una gran fortaleza. Su ubicación la transformó en ideal para que los ingleses instalaran sus bases navales, cuyos restos allí quedaron una vez que se declaró la independencia de la esclavitud. Eso mismo le dio un toque alucinante que se descubre a cada paso en St. John´s, capital bulliciosa y puerto de cruceros, en la costa occidental.
Para alejarme un poco de la locura de los barcos que llegan gritando con sus grandes anuncios, decidí buscar lugares menos turísticos y eso me llevó al molino azucarero de Betty´s Hope, en el centro de la Isla, y al Nelson´s National Park, en la costa opuesta. Caminé bajo el sol varias horas hasta encontrar un baño reparador en las cálidas aguas de Willoughby Bay y llegar hasta Fort George. Lejos de la época del carnaval pude disfrutar al atardecer de un típico jump-up, un baile improvisado que realizó un grupo de locales en Shirley Heights ofreciendo reggae y ron. Demasiado para mi estado, por lo que preferí tomarme un fruit ponche.
Al regresar, elegí entre uno de los cinco restaurantes del hotel. Finalmente, terminé en kimonos con la intención de comer un rico sushi preparado frente a nosotros por George, un jamaiquino especialista en cocina Teppanyaki. Al segundo día llegué en velero hasta un naufragio conocido como Andes, un barco mercante hundido en Deep Bay, en 1905. Ahí me sumergí para hacer snorkel rodeada de entusiastas americanos, europeos, chicos y grandes, que por momentos espantaban a los peces con su bullicio. Me explicaron que tanto el snorkel como el buceo profesional son mucho mejor en Antigua que en Barbuda. A bordo, prepararon un lunch con camarones y frutas. Todo queda cerca de las islas, aunque las horas pasan rápido porque el sol sale muy temprano, a veces a las 5.30 de la mañana, y se pone 12 horas después, a las 6 de la tarde.
Como en el hotel estaba todo incluido, durante mi último día me quedé disfrutando de una sesión de masajes y luego me anoté en la lista para hacer kayak. Ese fue mi primer papelón marino porque al intentar subirme, la larga embarcación se dio vuelta y tiré al agua a todos mis colegas de expedición acuática. Después, caminé hasta Runaway Bay y casi llegué hasta la playa frente a St. John´s, Fort James, pero la actividad de los últimos días no me dejó suficiente aliento y regresé acompañada por un paisaje de altos cocoteros y extensas lenguas de arena con coral a cuyos costados se instalaron algunos de los mejores resorts de la Isla. A decir verdad, el shopping no es algo que tiente porque en toda la región venden casi lo mismo con diferentes estampas. Da gusto encontrarse en un lugar sin un gran shopping en el horizonte y con decenas de propuestas de diversión al aire libre, desde safaris en 4x4 hasta paseos en canoa o museos pequeñitos y galerías de arte.
Hay lugares en el mundo donde cada crepúsculo es una obra de arte; cada rincón, una miniatura del paraíso; y cada hora, un momento que le robamos a la vida. Eso hace que donde sea que lleguemos con ánimo de descubrimiento, valga la pena.
DATOS ÚTILES
La mejor época para ir: Todo el año. De setiembre a noviembre es época de tormentas y posibles huracanes que hoy pueden anticiparse con casi un mes de anterioridad.
Requisitos migratorios: Se viaja casi exclusivamente desde Argentina vía EE.UU. (se requiere visa de ese país).
Paseos: Excursiones de un día en barco (Kokomo Cats) o el típico crucero con bebidas Jolly Roger Pirate. Para bucear: costas del sur y del oeste. La opción es tomar una salida con Dive Antigua, Dockyard Divers y Jolly Dive. Yates: English Harbour, Falmouth Harbour y Jolly Harbour para viajes de un día o una semana, con o sin tripulación. Paseos a caballo por Spring Hilly St. Jame´s Club; golf en Cedar Valley Club y Jolly Harbour. El típico recorrido de la Isla se puede hacer en bici, a pie o en 4x4 (Tropikelly Trails). Tours ecológicos y visitas al Museo de Antigua y Barbuda.
Compras: Shoppings: recorrer el puerto de St. John´s, English Harbour y Jolly Harbour. Desde artesanía local típica del Caribe hasta joyería, perfumes importados y souvenirs.
Comidas: Restaurantes para todos los gustos dentro y fuera de los hoteles.
Alojamiento: Existen cadenas hoteleras con all inclusive, tal como sucede con el caso de Sandals.
TIPS Y CURIOSIDADES
- Hay varios lugares donde se pueden conocer antiguas formas de trabajo rural y los mecanismos para fabricar cerámicas. Uno de ellos data del siglo 18 y se llama Sea View Farm Village.
- Harmony Hall Art Gallery: una de las galerías donde los locales muestran su estilo de arte caribeño con reminiscencias africanas.
- Viajes de boda: hay una oficina de matrimonios que asesora a los interesados.
- La moneda legal es el Eastern Caribbean Dollar, pero siempre se convierte al dólar estadounidense.
CONTACTOS
Código de área telefónico: 268.
Hospital de Urgencias: Queen Elizabeth Highway. Tel. 462-0251.
Policía: Tel. 911/999.
Oficina de Turismo: St. John´s. Tel. 268-462-0480.
Internet: www.antiguanice.com / www.antigua-barbuda.org