La campaña se completó con dos spots más: “Oficina” y “Pileta”. La producción de todos los comerciales estuvo en manos de Landia, bajo la dirección de Luciano Podcaminsky y Agustín Carbonere.
“Comenzamos a trabajar sabiendo que la comunicación de una herramienta financiera sería una pieza clave, considerando que se pronosticaba un año en el que era necesario facilitar el consumo. Mucha gente necesita los descuentos y los planes de cuotas de su tarjeta para comprar, y por eso decidimos hacer foco en eso”, comentó Marcos Belochercovsky, manager de Marketing de Tarjeta Naranja.
“Partimos de un insight muy fuerte que apareció en este último tiempo y es que la gente le pide prestada la Tarjeta Naranja a sus conocidos para aprovechar beneficios que su tarjeta no les da. No tiene que ver necesariamente con un problema financiero, pero sin duda es una situación que genera cierta incomodidad. Nos pareció que era un excelente lugar para comunicar los beneficios de Naranja, como también una buena oportunidad para generar la emisión de nuevos plásticos, ya que sacar una Tarjeta Naranja es un proceso mucho más simple que conseguir que un familiar te acompañe a hacer cualquier tipo de compra”, explica respecto del concepto de la campaña, Ramiro Rodríguez Cohen, director general creativo de BBDO Argentina.