El empresario argentino Eduardo Eurnekian tendrá un buen motivo para festejar hoy: su compañía -Corporación América– fue la encargada de construir el primer aeropuerto ecológico del planeta, que contará con los más exigentes avances tecnológicos para la renovación de energía la reutilización de agua y el cuidado del entorno natural, según se conoció.
Estará en la Isla Baltra, en Galápagos (Ecuador) y costó US$ 26 millones.
Las obras fueron realizadas por la subsidiaria ecuatoriana Ecogal y se diseñaron pensando en Galápagos como ícono mundial de la naturaleza. Cabe recordar que el afamado archipiélago ecuatoriano, calificado como Patrimonio Natural de la Humanidad por la Unesco.
Los dueños del nuevo edificio tramitan la certificación “Gold” del Consejo Americano de Construcción Sostenible.
Si bien en el mundo hay varios aeropuertos con optimización energética, no existían hasta hoy con el concepto de diseño y construcción ecológica como el de Galápagos.
Detalles ecológicos
La construcción posee iluminación y ventilación natural, reutilización del agua y energía renovable con paneles fotovoltaicos e instalaciones solares, además de una serie de detalles de uso del entorno como el caso de manejo de equipajes y traslado de pasajeros.
El aeropuerto de la Isla Baltra tiene un movimiento diario de 1.200 turistas, que acuden al archipiélago atraídos por su relieve de origen volcánico, y su flora y fauna.
Guillermo López.