Recorrer Mar de las Pampas, Las Gaviotas y Mar Azul es adentrarse en un estilo de vida en el que la naturaleza prima estimulando todos nuestros sentidos. Estas localidades conservan su encanto natural pero a la vez conjugan una gama de servicios centrado exclusivamente en la atención personalizada e invitan a sumarse al slow life que caracteriza a sus habitantes.
Así, Centros comerciales, cabañas y restaurantes son construidos conservando el marco natural (tanto es así que en Cabaña Huinca Restaurante, se erige, en el medio del salón el árbol que estaba allí cuando sus dueños decidieron construir).
Cabalgatas, pesca, excursiones y paseos hasta el Faro Querandí (de 54 metros es el segundo en altura de nuestro litoral y está rodeado por un bosque de coníferas) y avistajes (gaviotas, gaviotines, tero real y ostreros, entre otros) son algunas de los atractivos de estas localidades.
Una gama de más de 30 emprendimientos gastronómicos ofrecen un abanico de posibilidades: pastas, comidas caseras, chocolaterías y casas de té (el promedio de los platos caseros no superan los $30 por persona y los vinos rondan los $25, $35).
Recomendable: Los sorrentinos de salmón rosado con salsa a los cuatro quesos de Aiké Malem un pequeño restaurante rodeado de pinos, atendido por sus propios dueños, Flori y Elías, abierto todo el año.
Hacé una visita virtual por algunas de las Cabañas del lugar:
- Cabañas Abvai
- Cabañas Altos Médanos
- Cabañas Aquí me quedo
- Cabañas Avalon
La trilogía del slow life
Ubicadas al sur de Villa Gesell aparecen Mar de las Pampas, Las Gaviotas y Mar Azul, estas tres localidades balnearias, caracterizadas por sus amplias playas y bosques interminables e inexplorados, en las que vivir sin prisa es más que un simple slogan. Entrá en el título de esta nota y mirá todo lo que tienen para ofrecer.