- Nombre: Santiago Cabanillas
- Edad: 32
- Cargo: Coordinador Operativo
- Agencia: Konitio
- ¿Dónde te ves dentro de 5 años? En una casa, lejos del ruido de la ciudad, trabajando remoto para Konitio, desarrollando y reinventando nuestro modelo de negocios, a la par de los avances tecnológicos. Leyendo y escribiendo mucho, que es lo que más disfruto hacer.
- ¿Cuál fue la campaña más "difícil" que te tocó hacer? La campaña del millón de fans de La Voz. Teníamos tres meses para conseguir más de 150.000 seguidores. Trabajamos en equipo con el cliente implementando acciones de generación, retención y fidelización de seguidores. Finalmente lo logramos, a dos días de cerrar el 2017, fue muy emocionante todo.
- ¿Cuál es la receta para lograr conexión emocional con los clientes? Conocerlos. Escucharlos, conversar con ellos, responderles con honestidad. Hacerles llegar nuestra “promesa de marca” con acciones más que con palabras.
- ¿Quién manda: la marca o el consumidor? En una relación “sana”, ninguno manda. Se trata de generar vínculos, conexiones únicas, donde cada uno se retroalimente del otro.
- ¿De qué color nunca podrías prescindir para pensar tus campañas? De ninguno en particular a priori.
- ¿Cómo influyen Internet y las redes en la publicidad? No solo influyen sino que ya son parte del ecosistema publicitario. Así como las barreras entre el mundo online y el offline están cada vez más diluidas, creo que es muy difícil disociar LA publicidad de Internet. El verdadero desafío consiste en lograr la convergencia entre ambos mundos, a través de experiencias digitales que se combinen con las que se originan en el plano físico e incluso lleguen a suplantarlas.
- ¿A dónde va la publicidad en los próximos años? Hacia donde nos vayan llevando los gigantes tecnológicos. Nos movemos en un mercado muy dinámico, hoy más que nunca hay que estar permanentemente atentos y tener la suficiente flexibilidad y agilidad para adaptarse a las últimas tendencias y nuevos hábitos de consumo.
- Un consejo para un estudiante de publicidad: Que lea mucha literatura, que consuma arte en sus múltiples expresiones, que cultive la empatía y la conciencia social. Que nunca se olvide del gran poder y la enorme responsabilidad que tenemos como publicistas en la construcción de valores de una sociedad.