Ana Rugani es esteticista de profesión. “Siempre amé esto, pero luego, por un problema de salud (tengo tendinitis), decidí hacer un cambio de vida y ponerme a estudiar para lanzar mi propia línea de cosméticos”, comienza la emprendedora de AR 21 Cosmética Natural.
Una de sus motivaciones vino porque a ella misma le costaba encontrar productos que no irritaran la piel con rosácea. Fue así que durante la pandemia empezó una capacitación en Buenos Aires. “Así nace el proyecto. Sé que lo natural es lo mejor: no tiene químicos ni parabenos y está testeado en humanos, no en animales”, describe Rugani. Como muchos emprendedores comenzó sola y ella misma probaba las fórmulas que le habían enseñado.
Entre los productos que produce se destacan el agua micelar ($ 2.000) que además es desmaquillante y tónica. “Es uno de los productos más usados, pero la estrella es el serum con ácido hialurónico (a $ 2.500), que devuelve la hidratación y ayuda a la atenuación de arrugas”, dice Rugani. Para este último producto logró la certificación de la Anmat, que le posibilita comenzar a distribuirlo en grandes cadenas de farmacias y perfumerías.
Otros destacados son las cremas hidratantes con vitaminas, leches de limpieza y, en la línea corporal las emulsiones reparadoras, un gel anticelulítico con centella asiática, otro para piernas cansadas y los exfoliantes.
Para lograr montar la producción, la tienda virtual (ese es su principal canal de ventas) y las certificaciones del Anmat (ese es uno de los procesos más costosos), Córdoba Emprendedora le otorgó un préstamo de $ 300.000).
“Hago envíos a todo el país y ahora busco distribuir en farmacias, en góndolas”, adelanta. ¿Un diferencial? “Quienes retornan los envases tienen un descuento”, señala.
A futuro, además de ingresar en grandes cadenas, lanzará un nuevo producto: el colágeno bebible.