Cómo descubrir y cómo lidiar con gente tóxica en los negocios.
No es que sean mala gente, pero hacen daño. La "Gente Tóxica" que describe Bernardo Stamateas (foto) también pulula en el mundo de los negocios con su propio objetivo a cuestas: hacerte sentir mal, para que así ellos se puedan sentir bien. “La gente tóxica en los negocios -al igual que en cualquier grupo humano- es aquella que quiebra la autoestima y descalifica mediante el miedo o la culpa”, explica Stamateas. Aunque hay distintos tipos de personas tóxicas en el área de los negocios -y si bien lo ideal sería poder evitarlas- hay que aprender a detectarlas, conocerlas y saber cómo contrarrestar su toxicidad.
(De cómo identificar y lidiar con "quejosos", "envidiosos", "chismosos" y "agresivos" en la "lupita" que lleva a ver la nota completa).
- Los quejosos: tienen una personalidad culpasa y tienen que inventar algún displacer para no disfrutar. Como no tienen permiso interno para disfrutar ya que tienen la culpa que les dice que tienen que sufrir. A los quejosos se los contrarresta con más queja. No hay que ser positivo con los quejosos, hay que quejarse más: por ejemplo, si te dice que le va mal en algún negocio (o lo que es peor que te va a ir mal en algún negocio) uno le tiene que contestar algo así como “y si, viste lo mal que está la Argentina”. Exagerar la queja genera una contra reacción.
- Los envidiosos: tienen baja autoestima y se comparan todo el tiempo; son competitivos y viven recurriendo a la descalificación. Descalifican lo que envidia y al que envidia. Por eso no hay que contarle a todo el mundo sobre nuestros éxitos. Si cerraste un buen negocio no lo compartas con todo el mundo. Hay que ser selectivo a quiénes les contamos nuestras cosas y ante la aparición de un envidioso hay que descalificarlo para neutralizarlo.
- Los chismosos: son aquellos que con mala intención llevan y traen. Entonces lo que hace un chismoso es: reducir lo que le cuentan, acentuar lo que a él le importa e inventar otros pequeños datos. Los chismosos tienen baja estima y tienen que llevar y traer para llamar la atención, por eso en los trabajos tiene que haber fuentes por escrito para que nada quede a la mala interpretación ni a la posibilidad de agregar datos.
- El agresivo: el que descalifica por inseguridad o por miedo. A estos hay que ignorarlos, hacerlos invisibles, ya que lo que él busca es la violencia. Además, en la violencia que generan quizás te hagan retroceder en alguna determinación que estabas por tomar. Otra técnica: la del monosílabo; hay que contestarles con monosílabos para no tener una comunicación real con ellos y así evitar que se metan.
También, hay tóxicos combinados. Todos tenemos un poco de esto y sólo hay que ponerle límites.