La empresa de Adrián Schiavello, preparador físico y técnico en Administración de Empresas, y Julián Rud, consultor psicológico e instructor de fitness, comenzó en 2011 cuando decidieron fundar Active Functional Training con una clara premisa: “Entrenar es una excusa para divertirnos”.
Active Functional Training se trata de una empresa de capacitación en entrenamiento funcional que brinda certificaciones, cursos y talleres en Argentina y Latinoamérica. El programa es adaptable a cualquier persona sin importar su condición física, género, edad o historial de entrenamiento.
“El proyecto nació cuando entendimos que el mercado necesitaba tener un programa divertido, adaptable, fácil y atractivo, utilizando el entrenamiento funcional como herramienta clave para acercar a más personas a la actividad física”, explicó Adrián Schiavello.
Desde el 2013, junto con la apertura de su primera unidad, lanzaron un modelo de licencias para la promoción de la actividad física a través de clubes funcionales. De esa manera, nació Active Functional Club TM.
Al momento en el que se adquiere la licencia, Adrián y Julián brindan todo el soporte en los procesos de proyección, implementación y seguimiento operacional permanente de cada unidad licenciada.
Desde el principio, Active Functional Training se encarga de otorgar capacitaciones junto con un asesoramiento constante respecto al diseño del local y los elementos necesarios para que comiencen sus actividades.
“El modelo de negocios operacionalmente funciona con 5 entrenadores. Buscamos siempre que sean profesores de educación física. Ellos reciben una capacitación técnica, una capacitación de atención y servicio junto con una capacitación en ventas. Se recluta a una cantidad importante de entrenadores, van pasando ciertos filtros y se hace la incorporación final al equipo. Además, intentamos que salga una persona que se encargue de la gestión integral”, detalló Adrián.
Todo aquel emprendedor, perteneciente a la industria de los clubes y gimnasios, puede sumarse al modelo de licencias que ofrece Active Functional Training: Active Functional Club y Active Studio.
Active Functional Club está diseñado para espacios de más de 300 m2; en el mismo se pueden tener alrededor de 400 y 600 clientes. En el caso de Active Studio se trata de un modelo de menor escala, de unos 200 m2, con un límite de 250 clientes como máximo.
“Para nosotros es lo mismo abrir un lugar de 200 o 300 m2. La capacitación y la formación a los entrenadores y a los coordinadores es la misma. Eso no cambia, lo que cambia es la inversión total para abrir el lugar. Hoy la inversión para adquirir licencia es de $ 250.000, pero después tenés que contemplar que hay que comprar los implementos, la pintura y refaccionar el lugar”, aclaró Schiavello, co fundador de Active.
Actualmente, cuentan con 10 sedes operativas: 1 en Capital Federal, 3 en Rosario, 5 en la provincia de Buenos Aires y 1 en Ushuaia. Por el momento, Active aún no cuenta con planes firmes para desembarcar en la provincia de Córdoba, aunque están dispuestos a continuar expandiéndose a lo largo de todo el país.