Federico Salas es técnico en higiene y seguridad industrial y lidera la escuela. En Driving Safety trabaja junto con Santiago Martino, gerente de Veneli y Ducati, técnico en recursos humanos y co-instructor en la escuela. Próximamente, el equipo sumará a Lucas, fortaleciendo aún más su enfoque educativo.
“A todo esto llegamos por un accidente”, recuerda Federico, aludiendo al trágico evento que marcó su vida en 2008: la pérdida de su amigo en un accidente de moto. Rodrigo (tal su nombre), a pesar de tener tres años de experiencia, no contaba con la formación ni el equipamiento adecuado.
“Descubrimos que en Córdoba cualquiera podía subirse a una moto sin requisitos básicos. Era urgente hacer algo”, afirma Federico. De esta necesidad nació Driving Safety, que desde entonces capacitó a más de 1.000 personas frente a las canchas de tenis del Estadio Mario Alberto Kempes.Además, Federico enfatiza que la educación vial debería comenzar desde edades tempranas. “Desde que nacemos somos agentes del tránsito. No podemos esperar hasta los 17 o 18 años para enseñar las bases de la seguridad vial”, afirma.
Una escuela accesible y con múltiples niveles
Desde sus inicios, Driving Safety prioriza la formación técnica y práctica como ejes de su programa. Los cursos incluyen desde fundamentos básicos de manejo hasta técnicas avanzadas como frenado en emergencias y maniobras defensivas:
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Inicial: para quienes nunca manejaron o desean retomar después de un tiempo. Incluye el traslado del alumno y su moto desde su domicilio al circuito y viceversa.
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Intermedio: para perfeccionar técnicas y prepararse para viajes largos o rutas más desafiantes.
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Deportivo: en el Autódromo Oscar Cabalén, los alumnos llevan su manejo al límite, perfeccionando técnicas como el paso correcto por curvas y el uso estratégico de la mirada. Este curso es una jornada intensiva de 8 horas.
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Off Road: en terrenos de ripio y caminos desafiantes, los alumnos aprenden técnicas básicas para conducir con confianza en cualquier tipo de superficie.
Cada curso tiene requisitos de seguridad, como el uso obligatorio de casco, guantes, y ropa adecuada.
Además, la escuela no permite el uso de pantalones cortos, ojotas o musculosas durante las clases.
Las clases se dictan de lunes a viernes de 14:00 a 22:00, y sábados de 09:00 a 17:00, con costos que van desde los $ 65.000 hasta $ 90.000 según el nivel del curso.
Para el próximo año, Driving Safety ampliará su oferta a un total de siete cursos, incorporando una nueva capacitación para obtener la licencia de conducir. Además, el curso de Off Road contará con dos niveles, brindando opciones más especializadas para sus alumnos. Además, a partir del 2025, las clases se ofrecerán en una sección del estacionamiento de Changomas, ubicado sobre la avenida Colón.
El líder de Driving Safety, para el próximo año, busca incorporar un servicio de alquiler de motocicletas para facilitar el acceso a quienes no dispongan de su propio vehículo.
Más que una escuela: fomentando una cultura de seguridad
Federico enfatiza que para aprender a manejar una moto es indispensable saber andar en bicicleta, ya que el equilibrio es la base de la conducción en dos ruedas. “Si no tenés ese equilibrio, no podés manejar una moto”, explica.
La educación vial no solo transforma conductores, sino también genera turismo y empleo. Por ello, Driving Safety también ofrece formación para empresas, contribuyendo a reducir accidentes laborales relacionados con el uso de motocicletas.
“Ofrecemos cursos adaptados para empresas en sus propias instalaciones o en nuestro circuito. La práctica puede realizarse en la playa de estacionamiento de la empresa o en un espacio acordado”, detalla Federico.
Salas tiene claro que la educación vial es clave para una sociedad más segura. “Estamos convencidos de que si no educamos, somos una sociedad condenada. Nuestra misión es salvar vidas y hacer del manejo en moto una experiencia segura y placentera”, concluye.