El Arte de fumar en Pipa (Parte 3)
(Por Gustavo Benaglia- Club de Catadores) En la tercera entrega que nos presenta Pablo Petroff, nos cuenta más secretos sobre la pipa, cómo curarla, cómo limpiarla, qué hacer cuando fumando llegamos al fondo del hornillo, cuándo se puede volver a usar la pipa y cuánto tiempo tiene que reposar. En fin, te contamos todo lo que querés saber. Vení, acompañanos.
La ceniza que queda adherida en las paredes del interior del hornillo, se va cristalizando y forma una capa de carbonilla que constituye el curado de la pipa y prolonga su vida útil.
Para un buen curado, es recomendable que en las primeras fumadas el tabaco se encuentre suelto, poco apisonado, que se hagan unas pocas pitadas y se deje descansar la pipa.
Es perjudicial para la pipa el uso de bebidas alcohólicas en el curado; siendo esto sólo un antiguo mito.
Para la limpieza se deben separar las dos partes de la pipa tomándolas firmemente con ambas manos y haciéndolas girar siempre en el mismo sentido. Se retira el enfriador (o filtro según el caso) y se pasa una escobilla de algodón humedecida en alcohol para limpiar la boquilla (también denominada "embocadura") y otra escobilla seca para limpiar el brazo de la pipa.
Repetir esta operación hasta que las escobillas salgan limpias.
Cabe aclarar que antes de limpiar el brazo de la pipa con la escobilla, debemos retirar los vestigios sólidos que pudieran quedar, utilizando el pinche del trío.
Ya la pipa está limpia, aunque su raíz no se ha secado. Recién estará lista para una nueva fumada cuando la madera haya absorbido todos los jugos de la combustión. Por ello es aconsejable dejarla reposar un mínimo de 48 horas antes de volver a usarla.
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