En un contexto complejo para la economía nacional, el Índice Asado arrojó una suba del 1,8%, una cifra menor si comparamos con la suba de enero, un patrón a la baja que viene repitiendo desde la última parte del año pasado.
En cuanto al asado de novillo tradicional (para 10 personas) tuvo un costo final de $ 2.975, unos casi $ 300 por persona. Por el lado de la carne de ternera, el costo se ubicó en $ 3.468, con carne de vaca en $ 2.265 y con cerdo $ 2.875.
Por el lado del pollo, este producto fue el que contrastó la tendencia a la baja, con un importante aumento que deja en $ 1.725 el costo para asarlo en parrilla.
Cabe aclarar que en todos los casos, los valores finales se calcularon incluyendo el costo de la carne, de la verdura y los huevos para las ensaladas, la bebida (vinos y gaseosas), el postre (helado o frutas) y el carbón.
“Tal como ocurrió en enero, en febrero observamos una desaceleración en la suba del Índice Asado, lo que es una muy buena noticia. Los precios de las carnes casi no aumentaron, lo mismo que el resto de los ingredientes para la preparación del menú”, señaló Fabián Lattanzi, gerente del tradicional centro comercial.
“Otra novedad importante es la implementación de la Tarjeta Alimentar, que comenzó a movilizar ventas en nuestro mercado, sobre todo de carnes y verduras”, explicó el directivo.