En un año “normal” los eventos más convocantes e importantes del turismo jujeño son el Carnaval en febrero, la Semana Santa y las vacaciones de invierno.
Aunque el Carnaval los encontró con “todo cerrado”, los jujeños se las arreglaron para vivirlo igual y la ocupación alcanzó el 90%.
“Desde febrero los turistas comenzaron a volver. Es una época muy buena porque el clima acompaña”, indicó Federico Posadas, ministro de Cultura y Turismo de Jujuy en la presentación que se hizo en Córdoba.
En cuanto a la Semana Santa de este año, Posadas comentó que “todas las actividades que se realizan en los municipios están abiertas al público, con protocolos”, haciendo alusión a las misas y procesiones características de estas fechas en el Norte.
En cuanto a esto, resaltó que “la idea es que el que nos visita pueda disfrutar -además de los paisajes, la cultura y la gastronomía- del turismo religioso”.
En cuanto a la conectividad actual que tiene Jujuy, cuenta con 2 frecuencias semanales a Córdoba con Aerolíneas Argentinas, en auto son unas 9 horas y en colectivo de larga distancia se calculan unas 11 horas.
Los puntos más visitados son las Salinas Grandes, el Hornocal (cerro de 14 colores), Purmamarca, las yungas y vivir la experiencia de hacer turismo comunitario.
¿Y el resto cómo está?
En cuanto a la situación de los gastronómicos, Posadas sostuvo que “hay una reactivación muy fuerte; es más, abrieron más restaurantes de los que había antes de la pandemia”.
Siguiendo la línea de los más afectados llegan los hoteleros. En Jujuy cuentan con 12.000 camas distribuidas en toda la provincia y llegaron a un acuerdo con Airbnb (es la primera provincia en hacerlo) porque faltaban camas en función de la demanda.
“En números, del 100% de hoteles ya abrió casi el 95%”, dice Posadas. La mayoría de ellos se encuentran en la zona de la Quebrada.
En cuanto a las reservas, para esta Semana Santa no tienen tantas porque, según el ministro de Cultura y Turismo, “cambió la modalidad de viajar: ahora lo deciden con menos tiempo de anticipación”.
Finalmente, Posadas propone: “Trabajemos la incertidumbre pero a favor: antes de que nos encierren, volvamos a viajar”.