Después de los productos derivados de la leche de vaca, los de cabra son los más conocidos. No así aquellos elaborados con leche de ovejas, que si bien no gozan de tanta popularidad se producen en el país.
Enrique Capdevielle es uno de los pocos productores en el país. Veterinario de profesión (tuvo un tambo de vacas, que se vio obligado a cerrar en 2017) y docente por vocación (da clases en la UBA), Capdevielle se sumergió en el mundo de los “lácteos de origen ovino” por una charla de la facultad “que le hizo ruido”.
A partir de entonces comenzó a moverse, sacó dos créditos (blandos) en el Banco Provincia (uno para la compra de ganado ovino y otro para máquinas). Con eso más una herencia logró comprar “un campito” -señala- de 16 hectáreas cerca de Ranchos (una ciudad al noroeste de la provincia de Buenos Aires) con ovejas, un “tambito” y una pequeña fábrica.
En febrero de 2012 sacó la primera elaboración de quesos El Poey (se pronuncia “puey”) y la semana pasada la N° 501 (12 kilos de queso semiduro). Comenzó con una docena de ovejas y hoy tiene 95 cabezas.
El proceso de elaboración es igual al de los quesos producidos con leche de vaca. La diferencia se da en la cantidad de secreción del animal y el tiempo de lactancia. “La vaca puede quedar preñada, parir e iniciar en cualquier momento del año, la oveja no, tiene un ciclo reproductivo estacional, se pone en celo cuando se acortan los días y tiene posibilidades de quedar preñada hasta mediados de mayo”, explica Capdevielle a InfoNegocios.
Además, mientras que una vaca produce entre 20 y 30 litros en promedio por día, una oveja da alrededor de 1 litro o litro y medio por día.
Sus quesos son considerados fermier, un término francés que indica que el producto es artesanal y está elaborado con leche de sus propias ovejas.
El Poey ofrece diferentes variedades:
-Pastor y Kaiku, quesos semiduros en tres versiones (natural sin especias, natural sin nada de sal y saborizado con pimienta, orégano o ají molido).
-Ranchero, un queso duro que también ofrece dos opciones: natural o condimentado. Según su creador, ideal para picadas.
-Makila, provoleta o queso parrillero.
-Camembrie, un queso madurado con mohos.
A Capdevielle le gusta ir probando nuevas variedades y en los últimos dos años elaboró un queso cremoso tipo mantecoso y queso con tres leches (de vaca, oveja y cabra).
Generalmente comercializa sus productos en ferias y eventos de productos artesanales pero la pandemia lo impulsó a ir más allá y ha hecho algunos envíos a otros puntos del país. Por ejemplo, $ 1150 es el valor de un kilo de queso semiduro de leche de oveja (estacionado durante 60 días).