Por causas físicas o lógicas (voluntarias o del azar), los discos duros (y hasta los discos sólidos) se corrompen y más de una empresa (o particular) se desespera ante la pérdida de información valiosa (económicamente valiosa y afectivamente valiosa).
Y ese es el trabajo de los expertos de Savedata: recuperar con tecnología y know how específico archivos de texto, video, audio o fotos que dejaron de estar accesibles para su usuario.
Están presentes en Buenos Aires, Montevideo y ahora también en Córdoba, sobre Av. Gauss, donde receptarán también trabajos del NOA y Cuyo.
“Hemos trabajado en la recuperación de datos de las cámaras de seguridad del accidente (ferroviario) de Once y en el disco duro donde una familia tenía las únicas fotos de su hijo fallecido”, explica Matías Raúl Piñero sobre la amplitud de la demanda de Savedata.
-¿Qué porcentaje de datos recuperan en promedio?
-Te diría que un 85%, pero en las fallas hay muchos discos que llegan luego de ser manipulados por otras manos -explican.
La recuperación de información es un trabajo muy sensible por dos motivos: el mismo tratamiento técnico del disco o soporte donde está alojada la información y ¡la información misma! “Tenemos certificación de normas de calidad ISO y todos nuestros empleados firman convenios de confidencialidad. Somos muy severos en el resguardo del material que recuperamos”, explican.
Bapro, Latam, Santander, Nestlé, Visa son algunas de las empresas que han trabajado con Savedata en algún momento.
“Más allá de la recuperación de emergencia, también hacemos mucha docencia sobre una buena política de datos y resguardo”, agregan.
Sí, celulares también
Aunque los discos rígidos mecánicos (los más habituales en una PC o notebook) son los “pacientes” más recurrentes en Savedata (hay expertos por cada marca como Seagate, WD, Toshiba, etc.), pendrives y celulares son dispositivos cada vez más ingresados a los laboratorios de la empresa.
-La consigna sería: si se te rompió el disco, no des por perdida la información, ¿algo así?
- Exactamente, ¡no lo des por perdido! Ese es el título -dice entre risas Piñeiro.