Desde Kolektor dejan entrever que el video donde Hermann Karsten aparece ofreciendo un acuerdo por $ 500.000 de pauta oficial a Tomás Méndez fue un “pecado de comedido”. Según esta visión, Karsten es conocido de Méndez y actuó de buena voluntad para acercar las partes. Desconozco si hay delito en esto (seguramente lo dictaminará la Justicia), pero no tengo dudas que es un flaco, flaquísimo favor, al conjunto de ideales que Kolektor declama.
De hecho, la difusión de este video apuró la salida de Karsten de la Fundación E+E y su remplazo por Ércole Felippa.
Los directivos de Kolektor suelen usar un Moño Lila en relación a sus prácticas de Responsabilidad Social Empresaria (ver aquí). Sin desmerecer ninguna acción de RSE, nunca hay que olvidar que la primera obligación de una empresa y un empresario es atenerse a las leyes y las mejores prácticas éticas en sus acciones del día a día.
Aunque intentamos hablar con Karsten, desde su entorno más cercano nos explicaron que por ahora declinan de hacer algún comentario. Una pena esta “estrategia”. Sería bueno que explique su situación y -de ser necesario- de un paso al costado en sus funciones dentro la organización.
De la Sota habló del video
El lunes, tras su discurso en el almuerzo de la Fundación Mediterránea, el gobernador habló del tema: “En primer lugar lo que hay que decir es que nadie habla en nombre del Gobierno, el único que lo hace soy yo. Pero sobre este tema tengo entendido que habrá actuaciones judiciales y no quiero opinar porque soy respetuoso de la Justicia”. ¿Y cuál es la relación ahora con Kolektor? - preguntamos- “Ellos tendrán que ver, si la Justicia los cita, qué es lo que dicen”, dijo escueto.
miércoles 03 de diciembre | 2014
¿Qué harán Hermann Karsten y los directivos de Kolektor con su moño lila? (RSE mal entendida)
(Por Iñigo Biain - @InigoBiain) El video que muestra a Hermann Karsten (director de Kolektor) ofreciendo un “arreglo” de $ 500.000 para orientar la línea de denuncias del periodista Tomás Méndez y su programa ADN es una puñalada a la credibilidad no sólo de ese ejecutivo, sino de la empresa que ayuda a recaudar impuestos y se hizo célebre por un moño lila que profesa su fe en la responsabilidad social empresaria. ¿Y ahora?