Racing Seat es un sillón de entretenimiento con parlantes en sus laterales y un amplificador al cual se le pueden conectar todas las consolas de vídeo juegos, smartphones, tablets, notebooks y MP3s.
No cuenta con patas sino que la misma base es una mecedora que nunca se voltea hacia atrás gracias a la estructura del mobiliario y peso de la base.
El precio del artículo varía entre $ 3.400 a $ 3.800 ya que se trata de un producto que se solicita y personaliza. El monto depende del tipo de tapizado seleccionado (“pueden ordenar pedir el sillón con dos colores”, explica Emiliano Bustos, sociogerente de la empresa), la personalización en bordados con motivos, letras y hasta inscripciones originales y el tipo de parlante instalado (“pueden elegir entre uno estándar y otro con mayor potencia y sonido envolvente”).
Hasta el momento se pueden colocar joysticks de Xbox, PS2 y PS3 (están evaluando la posibilidad de conectar PS4) y hasta Wii. En un futuro pretenden generar plataformas de simulación para juegos de automovilismo (con marchas, volante y aceleradores incluidos) y de aviación pero para éste último es necesaria la adquisición de un joystick específico que no ingresa al país por las trabas a las importaciones.
Las unidades se venden online y distribuyen a través de Andreani pero desde el 1ro. de diciembre próximo la empresa tendrá un stand en el Nuevocentro Shopping para exhibir y vender el producto.
Racing Seat: el sueño de los gamers cordobeses
El diseño industrial incorpora en su lenguaje accesorios electrónicos para complementar la función principal. En este caso, un sillón que el común de la gente lo utiliza para sentarse y descansar se transformó en un artículo ideal para los fanáticos de los videojuegos que pretenden mejorar su experiencia digital. Precios, detalles de esta invención cordobesa en nota completa.