Al descubrir este producto, decidimos interiorizarnos para conocerlo y para ello, buscamos la palabra de Mercedes González Del Pino, una de las mentes detrás de la pastilla de dientes y de Somos Del Pino.
-¿Cómo nace la idea? ¿Existe en alguna parte del mundo?
-Nace hace un año en plena pandemia, cuando fuimos conscientes de la cantidad de residuos que generamos al pasar tanto tiempo en casa. Junto con dos de mis hermanos, Agustín y María, más una amiga, Valentina Defilippi, armamos una tienda libre de plásticos para promover nuevos hábitos de consumo -comienza Mercedes-.
Entre los productos que encontrábamos faltaba el desarrollo de proveedores con opciones sustentables para la higiene bucal, a excepción del cepillo de bambú. Encontramos que existían pastillas de dientes en otros lugares como Estados Unidos, Inglaterra y España y quisimos desarrollarlas localmente. En Argentina hay opciones que no nos convencían del todo, porque tenían una producción muy casera o porque la experiencia de uso no era muy amigable. Así fuimos investigando y para el armado de la receta nos basamos en los ingredientes que usaban las marcas de los países donde el producto es más aceptado por los consumidores -agrega.
-¿Dónde y cómo las fabrican?
-Como ninguno del equipo conoce sobre química, salimos a buscar un aliado estratégico. Nos vinculamos con la UNITEFA CONICET de la Universidad Nacional de Córdoba a cargo del Dr. en Ciencias Quìmicas, bioquímico y farmacéutico Santiago Palma y su equipo. Hoy producimos en una farmacia -comenta Mercedes.
-¿Cómo las podemos comprar?
-Se consigue a través de la web o por el perfil de Instagram (@somosdelpino). Viene en dos presentaciones con una lata de aluminio que la pagás la primera vez y luego la recargás o el repuesto para reutilizar en cualquier frasco -explica Mercedes. Y agrega-: El empaque hoy es por 90 pastillas, considerando que te lavás 3 veces por día los dientes, dura 1 mes.
-¿Precios de estas opciones?
-Con la lata $ 570 y el repuesto $ 470.
-¿Cuántas llevan vendidas?
-Por ahora poco, se vendieron unas 10 latas y 3 repuestos. Eso fue el lote de lanzamiento solo en sabor menta natural. Con los feedbacks de los usuarios vamos ajustando la receta. Esta semana sale la versión mentol -analiza González Del Pino-.
Ahora comienza la etapa comercial fuerte y es clave la alianza con otros actores que ofrecen productos o servicios para este nuevo consumidor: tiendas naturales, mercados u hoteles o glampings. Es una alternativa muy buena para quienes van de campamento o disfrutan de las actividades al aire libre -agrega.
-¿Qué diferencia tiene con las pastas tradicionales?
-La diferencia principal es el estado y los componentes. Por un lado, la pasta tradicional es húmeda y las pastillas son sólidas, lo que implica que debas morderla y hacer la pasta en la boca. Esto es un gran cambio en la manera en que nos cepillamos hasta ahora -revela Mecha.
Por otro, los componentes son menos que la pasta tradicional y todos de origen natural:
- Xilitol: edulcorante natural que sirve como matriz para elaborar el comprimido, tiene propiedades anticariogénicas y combinado con flúor muestra efecto remineralizante.
- Extracto de menta: saborizante natural que no tiene la actividad antimicrobiana de los aceites esenciales de hierbas que afectan a las bacterias perjudiciales y también a las necesarias para el ambiente bucal.
- Extracto de quillay: fuente natural de saponinas, agentes limpiadores que forman la espuma para remover la suciedad y placa dental.
- Fosfato de calcio: aporta el calcio necesario para la remineralización de los dientes, un proceso necesario para impedir la pérdida del esmalte.
- Fluoruro de sodio: fuente de flúor, elemento necesario para la remineralización del esmalte al igual que el fosfato de calcio. Este proceso es el que impide el avance de las caries.
-Sobre Del Pino ¿hace cuánto vienen con la marca y hacia dónde apuntan? ¿Córdoba y más mercados?
-La marca empezó a principios del 2020 con el objetivo de emprender con un propósito definido y generar un impacto positivo a partir de productos más naturales y amigables con el medio ambiente que atiendan las demandas de un consumidor más consciente, responsable e inteligente (porque no deja huella) -explica Mercedes-.
A través de nuestra comunicación y nuestros productos buscamos reducir al máximo nuevos residuos y cuestionar si todos los empaques son necesarios. El desafío de la marca es generar hábitos para una vida más amigable con el planeta, crear conciencia y demostrar que con pequeños cambios cotidianos generamos gran impacto en el medio ambiente -agrega. Y finaliza-: “Hoy queremos que las personas conozcan que hay una alternativa natural y ecológica para la pasta de dientes tradicional y poder llegar a ellos de manera directa o con aliados claves. A futuro esperamos exportar a los países de la región”.