Este 2022, y empujados por la situación de pandemia que significó que muchos estudiantes no “volvieran” a Córdoba, invirtieron en una tecnología que volvió a poner a Institución Cervantes a la vanguardia: las aulas híbridas. Es un modelo que aplican en todas sus aulas y en todas las carreras. “Se trata de una modalidad muy disruptiva porque toma algo de la educación a distancia, pero sincrónica. Es decir, no tiene nada que ver con la educación a distancia tal cual la conocíamos hasta ahora, sino que los alumnos pueden asistir a clases con el resto de sus compañeros que están físicamente en el aula, mientras ellos están en otro lugar”, explica Nydia Vitale, directora general de Institución Cervantes. Para ello, dotaron las aulas de cámaras en el techo, cámaras en la pizarra, y televisor, que el alumno recibe a través de Microsoft Teams.
“Esto nos abre la posibilidad de llegar a muchos otros lugares”, continúa.
El “menú” de Cervantes
Son seis las carreras que la institución dicta. Del área empresarial:
- Tecnicatura Superior en Administración de Empresas
- Tecnicatura Superior en Comercialización
- Tecnicatura Superior en recursos Humanos
Del Área informática:
Tecnicatura Superior en Analista en Sistemas de Computación
Del Área Industrial:
Tecnicatura Superior en Higiene y Seguridad Laboral,
Del Área Jurídica:
Tecnicatura Superior en Gestión Inmobiliaria (que articula con Martillero y Corredor Público).
Todas tienen validez nacional y una duración de 3 años, excepto la de Gestión Inmobiliaria que se puede hacer en 2 años, bajo tres modalidades: presencial, semipresencial o a distancia.
Las carreras que vendrán
La informática siempre fue una de las carreras icónicas que los pusieron un paso adelante del resto. Comenzaron cuando nadie lo hacía, hace 30 años atrás. Por eso, conocedores del paño como pocos, les preguntamos cuál(es) creen que serán las carreras del futuro. “Lo que sigue, a futuro, será la gestión industrial. Vemos que ahí es donde va el mercado, hace falta mucha profesionalización en la gestión industrial y es donde creemos que vamos a dirigir nuestras próximas ofertas académicas”, sentencia Vitale.
Una casona histórica (con nueva cara)
La institución tiene 60 años y desde hace mucho tiempo está emplazada en una vieja casona alberdiana del año 1916. Allí mantienen la fachada, aunque con “colores modernos”. La casona, a lo largo de los años, fue ampliándose para diferentes lados: se fueron en altura, para atrás y para los costados, todo lo que pudieron. Ahora, están en obras para refaccionar la explanada del ingreso. “La idea es recuperar un espacio donde podamos tener un acto, o clases al aire libre, o que el alumno pueda llegar y relacionarse con sus compañeros. Se trata de revalorizar el espacio externo que tenemos”, describen.
¿Cuáles son los desafíos para lo que viene?
Estamos trabajando mucho en la profesionalización de nuestra gente. Entendemos que únicamente fortaleciendo el equipo es que vamos a seguir dando pasos firmes. Además, trabajamos en la profundización de las alternativas que les ofrecemos a nuestros alumnos como la posibilidad de realizar pasantías y prácticas profesionales, para que puedan terminar su carrera con la experiencia previa tan requerida por los empleadores.